La lectura de la Presidenta de la Nación en torno del resultado bonaerense es que existen votantes que creyeron que Sergio Massa no está lo suficientemente alejado del kirchnerismo, que valora positivamente, con sus críticas, claro está, al gobierno nacional o que directamente creyeron que el intendente de Tigre representa al Frente para la Victoria.

Esto es lo que explica -y no que Cristina esté loca o enferma, como rastreramente sugieren en el Partido Clarín, en la desesperación que implica que su candidato, la reserva coral de la patria, Mauricio Macri, haya sufrido también una derrota- los discursos presidenciales y las metáforas que utilizó. Por ejemplo, que compite contra los suplentes y no los titulares, que serían el poder económico.

El concepto político, que es lo que importa, es una continuidad del núcleo estratégico del discurso político del gobierno, desplegado a partir de otra derrota, la de 2009. Es el discurso que parió la ley de medios.

Desde ese razonamiento de la líder del peronismo es que se entiende por qué no trata de jerarquizar las coincidencias con el intendente de Tigre, de manera de vaciarlo de votos opositores duros.Como los de Francisco De Narváez, por ejemplo.Y, en menor medida, Margarita Stolbizer.Más aún cuando la mayoría absoluta, es decir, la mitad más uno,ya no es kirchnerista.

Toda estrategia de campaña electoral conlleva riesgos y si se gana en algo se pierde en otro: ésa es la complejidad de la política. Y no es nuestra intención dar consejos, sino tratar de explicar al lector de manera simple lo que están haciendo los principales contendientes de cara a las elecciones “importantes”, las de octubre.

Stolbizer, liderando de hecho al radicalismo bonaerense y pescando en el caudal de votos del socialista Hermes Binner en las presidenciales, sorprendió al minimizar la tarea de las PASO, cuando son las que permitieron la recuperación radical.Ah,claro. Stolbizer tiene su propio partido y hace rato que migró del radicalismo que, recuperado nacionalmente, negociará con sus principales extrapartidarios, como ella o la flamante vencedora Elisa Carrió, desde otro lugar de cara al proceso de elecciones ejecutivas del 2015. Quizás por eso sus declaraciones. Para “bajarles el precio” a los radicales orgánicos.

Massa también sorprendió, pero por su reacción posterior al domingo: individualista, centrado en sí mismo, y participando en el programa de Lanata, como dando la razón al kirchnerismo de que es un suplente, cuya titularidad – director técnico, sería más atinado- radica en Héctor Magnetto, el CEO del Grupo Clarín, que se comporta como un partido político para atacar pero para defenderse enarbola la libertad de prensa. A nadie se le escapa que Lanata es su principal militante rentado.

¿Creerá que la Corte finalmente volteará la Ley de Medios? ¿Piensa que a la gente no le importa? No es posible saberlo, y en estos climas preelectorales los bunkers más que información brindan operaciones. Lo que es seguro es que la militancia kirchnerista tomará el gesto con fastidio. Impidiendo el eventual salto del armado K hacia el Frente Renovador.Lo que Omar Bojos, un destacado bloguero massista, convocó bajo la irónica premisa “que florezcan mil garrochas”.

Mucha de la base militante de Massa querría, también, disputar la gobernación bonaerense dentro de dos años y dejar, para el armado nacional, el poder en Cristina.

Esa base, con esos planteos, es la que ve achicar sus espacios por estas horas.

Fuente: Lucas Carrasco – Diario Crónica

(La Nota digital)

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