Bueno sería saber quien tiró la piedra. Aunque quizás no valga mucho la pena. Lo que se observó es que el comentario sobre que llegarían inmigrantes a nuestra ciudad desde la villa 31, causó una fuerte reacción en la comunidad. Reacción esta, que no alcanzó para que se sienta convocada a un acto público que aglutinó a muy poca gente.

Según entiendo, aunque me gustaría saberlo mejor. El temor que ganó a quienes se movilizaron en contra de la radicación en nuestra ciudad de vecinos de la villa 31, es debido al tipo de pobres que presumiblemente se estaría mudando a nuestra ciudad. Ya que de los pobres autóctonos nadie se preocupa. Quizás será porque nuestros pobres, más que mansos, de tan buena gente, son sumisos.

Creo entender, de mis deducciones y de lo leído, que temen al tipo de pobres que vienen desde afuera. Que como todo sujeto foráneo y desconocido, es temido. Tal vez, como escribieron, temen además un contagio, hacia nuestros pobres, de las conductas peligrosas que deterioren las condiciones de seguridad y de vida, que reproduzca el escenario que observamos reflejado en los medios masivos de comunicación a diario.

Es que hay un prejuicio muy arraigado de que son los bienes materiales, los que hacen virtuosa y confiable a la gente y por el contrario, la falta de estos bienes, las vuelve: peligrosas y “de cuidar”. Este prejuicio ha ocasionado grandes perjuicios hacia personas de nuestra localidad de parte de supuestos operadores económicos que han estafado muchas veces, escondiéndose tras el disfraz de personas “solventes”.

Creo entender que también temen que las condiciones de seguridad se deterioren arruinado el negocio turístico, para el cual es vital que no existan situaciones de inseguridad que lo hagan menos atractivo.

Pero creo que la mayor motivación para agitar esta problemática, es la de provocar un daño hacia el poder político local, al que se lo señalaría como intermediario en el supuesto negocio de radicar pobres a cambio de favores políticos y/o dinerarios, provenientes desde el nivel político nacional. De esta manera se matan dos pájaros de un tiro sobre nuestros representantes políticos y de paso contra el gobierno nacional. Aunque los interesados en despoblar la villa 31 son los funcionarios del PRO bajo las órdenes de Mauricio Macri, que son quienes gobiernan en la Capital Federal, donde existe la villa 31.

También debe considerarse, que esta problemática ha surgido en el marco de un largo conflicto entre los sectores patronales del campo y el poder político nacional. Algunos los vinculan con la agitación de esta problemática. Deseo sinceramente que esto no sea cierto y que estos sectores se encuentren ajenos al fogoneo de otras situaciones conflictivas de la comunidad, como la que nos ocupa. Siempre, para las elecciones, se busca predisponer negativamente a la población en contra del poder central y del resto de los poderes políticos a nivel local y provincial. La superposición de personas comunes en ambas protestas registradas por el canal local, alentarían suspicacias sobre que podrían existir acciones de características convergentes direccionadas al logro de un mismo objetivo político.

La publicación en un periódico de la magnitud de Clarín, además de radios de alcance nacional reflejando esta situación, a los que se les sumaron otros medios de alcance provincial. Llaman la atención, ya que ni siquiera ha habido una manifestación de grandes dimensiones o hechos trágicos que son los que movilizan a estos medios.

Sería muy lamentable que esto hubiera sucedido y estuviera sucediendo, porque de existir, se estarían exacerbando los ánimos, al crear divisiones y enfrentamientos sociales a los que no estamos habituados ni pretendemos experimentar.

La pobreza, ya es en si misma demasiado grave, como para adicionarle otros ingredientes que hagan más difícil la integración social de las personas a las que se las estigmatiza con otros aditamentos negativos sobre su comportamiento y su cultura.

Los que hoy regresan al interior del país, precisamente lo hacen escapando de las situaciones de inseguridad muy difíciles que se experimentan en las villas de las grandes ciudades, en las que seguramente han sido víctimas.

Se debería investigar acabadamente este suceso, para llegar a las conclusiones que permitan recobrar una tranquilidad social y una confianza que está dañada en el presente.

Lamentablemente, para los que siempre estigmatizan a los pobres, son otros los sectores que desde hace un año han actuado en contra de las leyes y la constitución. Son los que desde hace meses, han amenazado e impedido la circulación de personas y bienes por las rutas argentinas perjudicando gravemente a nuestras economías particulares y afectándose también gravemente a las economías de los sectores muy sensibles a estos eventos como son los servicios turísticos. Además, que estos cortes salvajes de rutas, han servido para deteriorar la paz social de los argentinos.

Pero parece que siempre es el pobre el que despierta desconfianzas, fundamentalmente las de los sectores acomodados. Aunque también, los pobres, despiertan las desconfianzas de otros sectores que permaneciendo apenas por encima de la línea de la pobreza, se identifican con los intereses y sentimientos de los poderosos, creyéndose que de esta forma pertenecen a ese núcleo privilegiado y exclusivo.

Cosas vedere Sancho.

Atentamente JUANCHO MILITANTE

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