Una multitudinaria movilización sobre el Puente Internacional “General San Martín” expresó este domingo un enérgico repudio a la instalación de la empresa Botnia en la cuenca del Río Uruguay. La movilización tuvo una notable respuesta popular y presencias políticas como la de Jorge Busti, Vilma Ripoll y Alfredo de Ángelli.
En un día fantástico, indica Diario El Argentino, con un sol que por momentos hizo sofocante la tarde, la comunidad de Gualeguaychú y de otras ciudades argentinas y uruguayas se manifestaron sobre el Puente Internacional repudiando la presencia de la pastera Botnia en la cuenca del río Uruguay.
Hubo una importante presencia de dirigentes políticos a nivel nacional y provincial, sobresaliendo la presencia del vicegobernador de la provincia, José Eduardo Lauritto, el senador nacional Guillermo Guastavino, el intendente Juan José Bahillo, los diputados nacionales Cristina Cremer y Gustavo Zavallo y los diputados provinciales Jorge Busti y Héctor De la Fuente, además de numerosos dirigentes locales y provinciales.
Pasadas las 13,30 comenzaron los actos centrales con la oración ecuménica que realizaron autoridades de diferentes credos del país, mientras que luego la gente comenzó a marchar sobre la ruta internacional hasta el límite indicado por la Asamblea.
A las 15,20 se entonaron las estrofas de los Himnos Nacionales de Argentina y Uruguay, luego de lo cual se leyó la proclama de la Asamblea Ambiental, tanto en español como en inglés, con un fuerte mensaje en contra de la instalación de Botnia y de las políticas llevadas adelante por los gobiernos argentino y uruguayo.
Proclama
Venimos a abrazar a nuestro río, a defenderlo, a caminar sobre este puente ratificando lo que decimos y luchamos hace casi 6 años: el Gobierno uruguayo miente, Botnia contamina. En cada paso gritamos: No al saqueo, la depredación y la contaminación de nuestros recursos naturales, Si a la vida.
Los invasores imperialistas admiten en sus informes, que han volcado miles de toneladas de contaminantes de reconocida toxicidad en los primeros meses de actividad; y al mismo tiempo, pagan una campaña mediática para lograr confundir a la opinión pública, a través de la mentira y el engaño.
Pero la realidad es que el pasado 26 de enero las emisiones de la pastera invadieron nuestros hogares, en toda la región se percibió el olor penetrante y tóxico característico del sulfhídrico, evidenciando con un nuevo hecho, la contaminación transfronteriza. Mientras tanto, la empresa mentía impunemente refiriéndose a supuestos límites permitidos y que no afectan la salud, negando el episodio contaminante.
Al poco tiempo, en la mañana del 4 de febrero, otro desgraciado hecho, desnuda la mentira: una mancha blanca de más de 10 kilómetros, nunca antes vista en el río Uruguay, nos deja conmocionados; las imágenes impactaron a nuestro pueblo. El 27 de febrero una gran explosión en la planta, confirma la inestabilidad y peligrosidad del emprendimiento; en esta oportunidad fueron roturas de vidrios, olores nauseabundos y excesivo humo en la zona; la próxima vez puede cobrarse nuestras vidas.
Si bien es evidente el paulatino y progresivo daño que Botnia provoca, aún no se hicieron públicos los resultados fehacientes de lo que ocurrió en aquellos días y estos fueron reclamados de todas las maneras posibles por nuestra comunidad. No sólo somos rehenes del presidente de Botnia, Ilkka Hamala, no sólo nos condenó a muerte el Banco Mundial, no sólo nos someten a la injusticia de los hechos consumados, sino también al silencio cómplice que la empresa necesita ¿Cuántos “incidentes” de Botnia hacen falta para que reconozcan nuestros argumentos?
Una vez más le decimos al mundo, que Finlandia es culpable, que contamina nuestra tierra, nuestro río, nuestros derechos y que este pueblo no se detendrá hasta que Botnia se vaya, hasta que se la lleven a Finlandia, de donde nunca tendría que haber venido.
Repudiamos al señor Tabaré Vázquez por violador; por ser responsable de las innumerables violaciones del Tratado del Río Uruguay, por ser traidor a su pueblo y a toda Latinoamérica. Lo repudiamos porque pese a sus discursos progresistas nuestros hermanos uruguayos no pueden expresarse en su propio territorio por la censura y tergiversación de la información en manos de su gobierno. Repudiamos a los serviles funcionarios del gobierno uruguayo y de la empresa invasora por exacerbar, con cada una de sus declaraciones, la discordia que Botnia generó entre dos pueblos hermanos al instalarse de manera inconsulta, utilizando la necesidad de nuestra gente.
Al gobierno nacional le exigimos coherencia, medidas concretas que solo requieren voluntad política de la Presidenta: la aplicación inmediata del artículo 610, inciso h del código aduanero, para impedir que esta empresa ilegal se abastezca de químicos, combustible, madera y demás insumos argentinos; que impida la circulación de barcos con sustancias altamente tóxicas por nuestro río Uruguay; que se manifieste contrarrestando la campaña fraudulenta que Botnia, pagando, ha instalado en medios de comunicación argentinos. Le exigimos que los funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente se ocupen de resolver los graves problemas ambientales que tenemos a lo largo y ancho del país en vez de abocarse a la organización del Congreso Forestal Mundial, el cual Finlandia financia y asesora, en miras de conformar “la región forestal celulósica”; con nuestra secretaría de la Producción reuniéndose con delegaciones oficiales finlandesas, mientras los piratas envenenan el agua que toman y el aire que respiran nuestros gurises.
A nuestro gobierno le pedimos que publique los datos reales, no las declaraciones sin sentido del ministro de Justicia, sino lo que verdaderamente Botnia arrojó en los incidentes ocurridos en el río Uruguay, porque nos asiste el derecho, y porque es cruel y perverso no conocer lo que bebemos y respiramos.
Y le exigimos que cumplan con un plan de contingencia efectivo, para contrarrestar las consecuencias permanentes surgidas del funcionamiento de Botnia, las cuales serán proporcionales al incremento de su producción. No queremos control ni monitoreo, queremos que se vaya; y en ese camino queremos saber que hacer cuando una nube tóxica nos sorprende en la calle o una mancha se extiende por nuestro río.
Desde Gualeguaychú y los pueblos de la cuenca, le decimos a esta fábrica de la muerte que jamás le daremos licencia social para funcionar, que la vigilamos atentos, para recordarle al mundo que no la queremos y que Arroyo Verde es el lugar que democráticamente eligió nuestro pueblo para resistir.
Ante la avanzada de los intereses económicos que pretenden venderle madera entrerriana a Botnia, responsabilizamos al señor Gobernador y a la Legislatura entrerriana, por la plena vigencia de la ley provincial de la madera, conquista de la lucha social del pueblo de Gualeguaychú; y a su vez le decimos al señor Gobernador y a todos aquellos funcionarios que han desprestigiado nuestra lucha, que vamos andando por algo mucho más grande y justo que los intereses políticos que puedan privilegiar, nuestra lucha es por el derecho primero a la vida y por ello seguiremos andando incansablemente, más allá de lo que diriman en la Haya los estados, nuestros pueblos seguirán caminando hasta que volvamos a abrazarnos, argentinos y uruguayos, para celebrar que Botnia se ha ido.
¡Por la unidad de los pueblos hermanos!
¡Fuera Botnia!
¡Si a la vida!
Asamblea Ciudadana Ambiental Gualeguaychú
(La Nota digital)













