El clima del conflicto con el campo, está enrarecido por muchos factores. Conviven los problemas económicos y los políticos. Los problemas políticos son fogoneados por la oposición que le conviene un clima de confrontación política entre el gobierno y el campo en el año electoral. Dentro de los que solo son convocados por los problemas económicos del sector, se encuentran los que buscan una solución y los insaciables, que nunca se sentirán satisfechos.
Es muy difícil que este conflicto que ya lleva un año se encarrile hacia una solución por un camino sencillo. Siempre existen los que ponen palos en la rueda. Queda más claro ahora, quienes eran los que entorpecían las soluciones, mientras le echaban la culpa al gobierno.
El conflicto que se inició el año pasado fue motivado por distintas cuestiones que las actuales. Ante la renta extraordinaria que creó una burbuja especulativa originada en Wall Street, el gobierno asumió una postura correcta. El gobierno decidió defender la mesa de los Argentinos y redistribuir riquezas, hacia dentro mismo de la sociedad. Además de defender la gobernabilidad, por los embates políticos que el sector y sus asociados externos al mismo ejecutaban, con el fin de debilitarlo para luego expulsarlo del poder.
Se veía clarito desde un principio cuales eran los objetivos. Por lo menos a mi no me quedaron dudas.
Luego se le sumó la sequía y luego la declaración de crisis financiera que pasó de ser financiera a económica-planetaria. Hablo de declaración, porque la crisis financiera ya se venía insinuando como grave a fines del 2007 y fue la que originó la salida de capitales de nuestro país, para refugiarse paradójicamente en el ojo de la tormenta. En los EE.UU.
No se que porcentaje de estos capitales fugados, fueron a parar a lugares vendidos por los bancos como seguros, para terminar siendo estafados como los depositantes de dinero al cuidado del Sr Madoff, quien estafó a sus clientes por una suma de U$S 50.000 millones de dólares. Cifra superior a nuestras reservas como país.
La sequía tuvo un efecto desbastador sobre toda la actividad, pero mucho más sobre quienes tienen menos capacidad financiera como son los pequeños y medianos productores.
Como siempre los más afectados por cualquier crisis son utilizados por los más poderosos como argumento político para ser mostrados a la sociedad.
Los más poderosos quieren conseguir una rebaja del nivel de retenciones para arrancarle conquistas al gobierno con el doble objetivo de incrementar sus rentas y de paso, debilitarlo todo lo posible, para que llegue sin fuerzas a la contienda electoral de octubre.
Si el gobierno les concede una rebaja al nivel de retenciones, verá afectados sus ingresos y jaqueada su gobernabilidad. Ya que no podrá atender las demandas de otros sectores, como los docentes, empleados del Estado, jubilados, servicios de salud, fuerzas de seguridad, etc.
La solución que ofrecen los insaciables, es que el Estado se endeude con el FMI, sino puede mantener el superavit fiscal, lo que sería volver al pasado. Además pretende que este organismo vuelva a ejercer un doble comando de la economía, atándole las manos al gobierno, para que este no pueda llevar adelante otras políticas con las que el FMI no está de acuerdo. Las políticas con las que el FMI no está de acuerdo, son las que implementó este gobierno para sacarnos del abismo donde nos dejara La Alianza. Además, alcanzaron para pagarle la deuda de contado al FMI.
Los insaciables son portadores de demandas económicas que obligarían al gobierno a entregar la gobernabilidad. Una gobernabilidad que es imprescindible para atender las muy difíciles circunstancias que se derivarán de la crisis económica planetaria.
No solo el gobierno está firme en defender la gobernabilidad, sino que la población es lo que más ansía. Ya que sabe, por haberlo experimentado en carne propia hace pocos años, adonde se puede llegar en un país con un gobierno que no esta fuerte para gobernar.
Los insaciables son los que en aquellos momentos dramáticos agitaban con el discurso, el que se vayan todos. Seguramente desean que se vayan todos para gobernar ellos, con quien sabe quien, figurando de gobernante.
Los insaciables son los que ven en la crisis una oportunidad. Pero no para el país, sino para hacerse con el poder.
El pueblo cada día tiene los ojos más abiertos y ya se dio cuenta de lo que pretenden.
Los insaciables son fácilmente reconocibles. Son los que subidos a las poderosas 4×4 se quejan de todo, piden que les aseguren las ganancias y piden, además, que se vayan todos.
Cosas vedere Sancho.













