Desde hace dos años, un vecino del kilómetro cinco y medio, en el sur de Paraná donde es una zona de quintas, fumiga con glifosato para matar la maleza en el extenso fondo de su casa que limita con la escuela Tabaré y con los patios de residencias familiares. Así lo denunciaron unas 100 personas perjudicadas por la fumigación, que se reparten en 12 viviendas de la zona.
Los vecinos están preocupados porque el pesticida es un agrotóxico que provoca diarrea, dolor de cabeza, vómitos, conjuntivitis y reacciones alérgicas y están convocando a los organismos que luchan por las causas ambientales y la comunidad en general para poner fin a la situación.
Según comentaron los vecinos perjudicados, también se denunciaron malformaciones fetales y casos de leucemia. En su momento cuando intentaron dialogar no encontraron la respuesta que esperaban: “En el campo todos los usan”, le habría respondido el vecino.
La gente del sur de la ciudad sostiene que “es una ridícula justificación que habilitaría a todo el mundo a realizar un mal que perjudique a los demás”. Además, la comisión vecinal realizó una denuncia el año pasado pero no tuvo respuesta.
Uno de los vecinos, que pidió resguardar su identidad, dijo estar preocupado por la situación: “Mi señora está embarazada y tenemos una nena de dos años”, reveló. Cansado de intentar llegar a un acuerdo personalmente, el vecino se dirigió a la Defensoría del Pueblo. Ahora le llegará el turno de la mediación. “No quiero armar una gran polémica. Lo que necesito es que esta persona deje fumigar con glifosato en una zona donde está prohibido”, sentenció.
Al respecto, el subsecretario de Gestión y Desarrollo Sustentable, Salvador Oscar Misericordia, pidió que el vecino realice cuanto antes la denuncia: “Se tiene que dirigir a la Dirección de Medio Amiente y dejar asentado el problema”, aconsejó.
Además, el funcionario aseguró a diario Uno que los perjudicados pueden recibir información en Medio Ambiente: “Los técnicos pueden asesorarlo en cuanto a las enfermedades que causan los plaguicidas y hacer la denuncia correspondiente”, aseguró Misericordia.
Los vecinos se fueron interiorizando en el tema y difundieron un documento en el que afirmaron que “la normativa municipal indica que la fumigación debe realizarse a más de 500 metros de la población y en días sin viento”. Los vecinos están convocando a los organismos que luchan por las causas ambientales y la comunidad en general.
(La Nota digital)
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