Hace veintisiete años los argentinos, en circunstancias políticas de un enorme dramatismo, recuperamos para la soberanía efectiva el territorio de las Islas Malvinas usurpado con violencia por el Reino Unido. En aquella oportunidad, el conjunto de los países latinoamericanos se unió de palabra y en los hechos a nuestra gesta patriótica.
Este nuevo aniversario de la recuperación de las Islas Malvinas ha encontrado a nuestro país con un gobierno que, en el marco de la crisis global del sistema capitalista, ha salido al mundo a ratificar nuestra soberanía sobre el archipiélago austral, renovando los apoyos a la causa argentina de los países suramericanos y del mundo árabe.
En efecto, la presidenta Cristina Fernández puso en su lugar al primer ministro británico, Gordon Brown, en la llamada Cumbre Progresista realizada en Viña del Mar. Posteriormente, en Qatar, en la Cumbre de Presidentes de América del Sur y los Países Árabes, Cristina volvió a reiterar su denuncia:
“El Reino Unido, que tiene un enclave colonial inadmisible en el siglo XXI en nuestras Islas Malvinas, que se avenga a cumplir con la resolución de las Naciones Unidas (para reanudar negociaciones por la controversia sobre la soberanía)”.
Y simultáneamente agradeció la inclusión del reclamo argentino en la Declaración final de Doha, poniendo un broche de oro al equiparar la situación argentina con “la resolución incumplida en materia de reconocimiento del Estado Palestino y el conflicto de Medio Oriente”.
Reiteró además lo afirmado en Chile: “Tal vez una de las cuestiones más sobresalientes luego de la caída del Muro de Berlín haya sido precisamente el surgimiento de un mundo donde las reglas solamente tienen que ser cumplidas por aquellos países que no tienen la suficiente fuerza para oponerse a otras resoluciones».
“Vemos cómo se constituye un mundo donde hay reglas que solamente deben ser cumplidas por los países menos poderosos militar, tecnológica y económicamente, mientras que hay otros países que pueden violentar resoluciones de Naciones Unidas que obligan a respetar derechos de otros países”.
“Malvinas y la cuestión Palestina son solamente dos de los ejemplos terribles de no cumplimiento de las propias normas de los organismos internacionales en materia de derecho y reconocimiento de nuestros países”.
Causa Popular, corriente política que asume las jornadas iniciadas el 2 de abril de 1982 como parte fundamental de la lucha por nuestra independencia nacional y de la unidad de la Patria Grande, sostiene que la posición de nuestra presidenta recoge el honor, la dignidad y la valentía de los héroes de Malvinas, de las víctimas del ataque alevoso al Manuel Belgrano, de los caídos en tierra malvinera a cuyos familiares el invasor les ha negado el elemental derecho de recordarlos junto a sus tumbas.
Las Malvinas pertenecen al suelo argentino e inexorablemente volveremos a hacer ondear la enseña patria sobre aquellas islas irredentas. Y ratificamos nuestro apoyo a un gobierno que también en esto ha vuelto a tomar el camino de la dignidad nacional.
Buenos Aires, 1° de Abril de 2009.













