Vecinos de la ciudad de La Paz se mostraron molestos por la forma en que funcionarios municipales atacan a las palomas que viven en la zona de la Plaza central.
Transcribimos una Carta de Lector:
«Hay una frase del poeta Kalil Gibran que dice, el trabajo es el amor hecho visible, y también expresa que si no se puede trabajar con amor y solo con disgusto es preferible dejar ese trabajo.
Si hay personas que trabajan en una gran casa que es de aire, pájaros, árboles, nidos y colores, que son ejemplos del espíritu vivo de una ciudad, me pregunto ¿es posible tener, como dicen ahora «tanta mala onda» en ese ámbito y al atardecer buscan ahuyentar a las palomas que ahí viven con bombas de estruendo, para que no ensucien?, ¿quién paga eso?. Hay plata para quemarla en coheteria…. pero no hay para un pasaje a Paraná para un enfermo… no es la municipalidad que autoriza tal despropósito.
La imagen de La Paz de los 150 años fue una paloma, Linares Cardoso a su ciudad querida, le decía con dulzura «Ciudad Paloma».
¿Es tanto trabajo lavar mas seguido una vereda o repasar 2 veces un banco?, ¿cuánto tiempo estuvo la plaza con una vista habitual (digamos) no tan perfecta?
Si las palomas ensucian y molestan que puede decir de una rata que se pasea por la cuneta de la vereda en la misma plaza..
¿Cuánto tiempo va a pasar para que molesten los chicos, los zorzales, los gorriones, etc? San Francisco hablaba de la Hermana Naturaleza, de los Hermanos Pájaros…
Creo que a lo largo de muchas generaciones y en tanto Dios lo permita, son las palomas que cuando vuelan libres en el cielo, le llevan a Dios, las ilusiones, sueños, esperanzas, gracias y oraciones de los que aca vivimos.
Tengamos un poco mas de buen trato entre nosotros mismos, respetemos en ellas a la vida misma de la ciudad».
Teresita Emma Scaldaferri
(La Nota digital)













