La Cámara Federal de Apelaciones de Paraná dispuso este mediodía la libertad del suboficial del Ejército Argentino, Oscar Ramón Obaid, quien estaba detenido desde fines de noviembre, imputado por graves violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura. A Obaid, sargento primero de Ingenieros, se le imputan delitos –como autor y partícipe necesario– de secuestro, tortura y privación ilegítima de la libertad agravada de 19 víctimas querellantes. La decisión “sorprendió” y causó malestar en organismos de derechos humanos de Paraná.
Los organismos de derechos humanos de Paraná entienden que tal determinación «podría ser un antecedente para abrir la puerta a otros reclamos similares», en el marco de la frondosa investigación que se lleva adelante hace ya varios años, por lo sucedido en Entre Ríos durante el período militar, según se confirmó a Análisis. De hecho, Obaid es el primer detenido que queda en libertad en esta causa, ya que hasta el momento los camaristas siempre rechazaron los planteos de ex militares, ex policías y funcionarios del servicio penitenciario, presos por iguales delitos.
A Oscar Ramón Obaid, sargento primero de Ingenieros, se le imputan delitos –como autor y partícipe necesario– de secuestro, tortura y privación ilegítima de la libertad agravada de 19 víctimas querellantes. Su función era la de controlar a las personas secuestradas y recluidas en el centro clandestino de detención y tortura que funcionaba en cercanías a la Base Aérea, bajo control de las fuerzas de seguridad, a fin de evitar su fuga o que de algún modo se entorpeciera el accionar de quienes tenían la función de torturar a los secuestrados.
Al momento de declarar ante la Justicia, se limitó a decir que no es la persona que las víctimas del terrorismo de Estado dijeron haber visto como guardia de centros clandestinos de detención. Incluso llegó a decir que “hay varias personas con el mismo apellido”. No obstante, numerosos testimonios fueron los que comprometieron el rol de Obaid en uno de los más perversos centros clandestinos de Paraná -ubicado al final de la pista de la Segunda Brigada Aérea-, que antes de finalizar el gobierno militar fue totalmente destruído, quedando solamente cimientos en el lugar.
(La Nota digital)













