¿Por qué Ernestina Herrera de Noble ha hecho lo imposible para que no se conozca quiénes son o fueron los padres de los chicos que adoptó? No se trata, por las características del caso, de un hecho íntimo, familiar, privado. No.
La respuesta a ese por qué puede ser la clave de un hecho político cuyos alcances todavía no se pueden dimensionar. No sólo porque, tras 9 años de obstrucciones a través de abogados carísimos, por fin se va a realizar el ADN que marca la ley, sino porque lo transcurrido ya mismo tendrá un impacto de cara al futuro.
Las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, de un lado, un montón de periodistas que, por las razones que fueran, quedaron del otro lado. Y un gobierno que destapó cloacas.
La tenacidad de Abuelas para encontrar los nietos tiene, en este caso, una impronta particular: puede que ya hayan logrado también destrabar el velo de ideología naturalizada que vendían los medios concentrados. ojo. Es apenas una hipótesis. Pero es bastante probable que muchos argentinos, de ahora en más, sospechen de los mensajes en cadena, de las defensas corporativas escondidas detrás de ideas caras para la democracia. Es probable que esto esté ya sucediendo.
Y en ese caso, se trata de un fenómeno sociológico que, no aislado de la región y del mundo, pero que tiene características y particularidades que imposibilitan sacar ya una conclusión contundente sobre lo que sucede. Se me hace a mí, bah.
Blog de Lucas Carrasco













