Esa fue una de las consignas que se escuchó en la marcha promovida por la Iglesia contra el proyecto de ley que concibe el matrimonio entre personas del mismo sexo. La gente cubrió más de tres de cuadras en el centro de Parará. Se les pidió a los senadores que “representen al pueblo” que se estaba expresando en la caminata. «Nacimos en Argentina, no queremos morir en Sodoma”, dijo César Pazo del Partido Popular de la Reconstrucción (PPR).

Indica Página política que más de tres cuadras de feligreses fue el capital de movilización que pudo mostrar la Iglesia Católica, la Federación de Consejos Pastorales Evangélicos de Entre Ríos y el Consejo de Pastores de Paraná este sábado. Consignas de repudio al matrimonio de personas del mismo sexo se corearon desde Plaza 1º de Mayo hasta Casa de Gobierno.

La Iglesia puso toda la estructura para llevar adelante la actividad. Un camión con sonido y una banda en vivo tocando fue la puesta en escena que coordinó el asesor de prensa del Arzobispado de Paraná, el presbítero Ignacio Patat, quien hizo de animador durante la jornada. Desde el vehículo agitó a la gente a repetir los cánticos y frases en contra del proyecto de ley que ya cuenta con media sanción en el Congreso.

“Quienes estamos acá tenemos algo que nos une, y es el pedido por una familia con una mamá y un papá. Hoy Paraná le dice sí a la vida”; “la familia es mamá y papá”; “papá y mamá, otro no”; “que se respete el derecho a tener mamá y papá”, fue lo que se oyó y se leyó en algunos carteles y volantes que repartían un ejército de niños.

El orador, acompañado de una mujer, pidió a los legisladores que “respeten el clamor del pueblo que quiere que no se destruya la familia”.

El repertorio también incluía una interacción entre el presbítero y la gente. A la pregunta de Patat: “¿Qué venimos a pedir?”, la respuesta era: “Un papá y una mamá”. El juego terminaba con aplausos. Enseguida empezaba a sonar la banda que repitió dos temas en toda la recorrida: “Color esperanza” de Diego Torres y “Dar es dar” de Fito Páez.

Al pasar por un edificio de calle España cayó sobre el asfalto y cerca del camión una naranja. La gente empezó a mirar para arriba tratando de descubrir al agresor. El presbítero exageró: “No tiren piedras, nos estamos expresando en paz”.

Una señora que caminaba adelante del cronista de Página Política le comentaba a su compañera “el horror” que significaba que se acepte un “matrimonio de putos”. Unos metros más adelante, un cura le decía a otro que estas marchas se tendrán que repetir.

La movilización llegó a la explanada de Casa de Gobierno. Allí se volvió a reclamar a los legisladores que “escuchen al pueblo”. Entre el público se encontraban Mario Maulión y Silvio Fariña.

Dirigentes políticos no se vieron, excepto el militante católico y referente del Partido Popular de la Reconstrucción (PPR), Raúl Vergara. César Pazo, quien fue candidato del PPR y que ahora forma parte de las filas de Héctor Maya y Daniel Rossi, cerró la jornada con un texto: “Nacimos en la Argentina, tierra de varones y de mujeres dignos, tierra de antepasados viriles, de esposas, madres, hermanos, viudas, padres, cada quien cumpliendo su vocación de hombre y de mujer, asignada por el autor de la naturaleza, cada quien aceptando gozosamente su identidad”. “Nacimos en la Argentina, una nación con cálido nombre femenino, masculinamente fecunda. Nacimos en Argentina, no queremos morir en Sodoma”, concluyó el ultracatólico.

(La Nota digital)

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