Un productor apícola que trabaja en la zona rural de General Ramírez, señaló que debido a las fumigaciones se le murieron 42 colmenas. Indicó que los dueños del campo nunca le avisaron nada. En la zona también hay un curso de agua y más vecinos afectados. «Entiendo que la Ley Antidesmonte está vigente por lo que ahora, trabajan a través del avión», expresó.

José se comunicó con el programa Mediodía federal de radio LT14 y contó la triste situación que está viviendo él y los vecinos de los campos cercanos a Ramírez donde se está fumingando, aparentemente, sin ningún tipo de control y con la intención de desmontar. «No estamos bien, estamos dolido por lo que nos pasó», comenzó diciendo el productor. «Tengo 42 colmenas muertas, dentro de un monte que fue fumigado para secar la chilca, según dicen, pero el monte se secó totalmente y no quedó ningún árbol verde».

En ese sentido, agregó: «Lo que más me llama la atención es la falta de ética y de respeto de no habernos avisado». Dijo que sabe que la ley que prohíbe el desmonte está vigente «por eso trabajan a través del avión». En ese lugar, «hay un curso de agua importante y vecinos afectados por esta fumigación».

Sin dudas, manifestó José que «la causa es contaminación».
El hombre, relató que hace más de 20 años que trabaja en esta actividad pero si en el campo se sigue de esa manera, lamentablemente «esta actividad se va a pique. Con desmonte y fumigación esta actividad se va a pique» y luego preguntó: «Y qué voy a hacer yo».

De la misma manera, relató que ve en peligro la economía y todas las familias detrás de esto.

Se mostró conforme con todos los avances que ha tenido el campo en la producción y más que nada todo lo que se ha ganado con la soja, pero agregó que debido el tema económico «ya no les alcanza el campo, tienen que fumigar las banquinas. Hasta cuando vamos a seguir de esta forma. Si bien el campo es de ellos, pero lo que noto es la falta de ética total y que nosotros no existimos. Yo hace 20 años que trabajo en esto, como puedo cambiar de actividad ahora».

Reiteró a radio LT14 su enojo e indicó que «me encanta que avancen, que tengan esas camionetas y esos tractores de 6 gomas pero a mi enseñaron en la escuela y también mis padres, que a donde termina lo mío comienza lo de lo demás».

Por último, dijo José que hay que ver lo que pasa en el campo, solicitó controles gubernamentales. «Ya no queda nada, al fumigar hasta las banquinas, terminan todo. Alguien tiene que asumir esta responsabilidad para que se hagan las cosas bien y podamos seguir trabajando».

(La Nota digital)

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