A partir de un proyecto de resolución, legisladores provinciales buscan interesar al Congreso para que trate la propuesta que prohíbe la utilización de banderilleros en la fumigación, informó el senador Oscar Arlettaz, quien añadió que también se solicitará el control en la aplicación de ciertos productos.
En diálogo con la agencia AIM, Arlettaz expresó que junto a otros legisladores, se encuentra trabajando en un proyecto de resolución que pretende interesar al Congreso para que trate y apruebe la ley que prohíbe la utilización de banderilleros en la fumigación o aplicación de productos.
En ese sentido, remarcó a AIM: “nos parece una temática importante y pediremos que la provincia legisle al respecto emitiendo una resolución que avale su tratamiento”.
¿Qué es un banderillero?
Estos trabajadores indican las áreas donde debe aplicarse el plaguicida en la fumigación aérea. No obstante, especialistas afirman que “esta práctica no es correcta”.
Los llamados banderilleros no aplican los plaguicidas, sino que sostienen una bandera de manera visible para indicar al piloto del avión fumigador el lugar donde se debe comenzar la aplicación.
Cumpliendo con esta tarea, el banderillero “se expone a un riesgo serio, ya que puede recibir rocío del plaguicida aplicado desde el avión”.
Al realizar este trabajo, el banderillero se expone varias veces al día, a veces durante todo el día. En ese sentido, deben tomar en cuenta la dirección del viento para colocarse de manera que puedan evitar ser rociados con plaguicidas, cuestión muy difícil de evitar en el rocío aéreo.
Antecedentes
Según una nota del diario La Capital, de Rosario, los chicos rociados con pesticidas trabajan como banderas humanas. El viejo territorio de La Forestal, la empresa inglesa que arrasó con el quebracho colorado, “embolsó millones de libras esterlinas en ganancias, convirtió bosques en desiertos, abandonó decenas de pueblos en el agujero negro de la desocupación y gozó de la complicidad de administraciones nacionales, provinciales y regionales durante más de ochenta años”.
Las Petacas se llama al escenario del segundo estado argentino donde los chicos son usados como señales para fumigar. Estos niños “serán rociados con herbicidas y pesticidas mientras trabajan como postes, como banderas humanas y luego serán reemplazados por otros”.
El proyecto nacional
El proyecto que se encuentra en el Congreso sin tratar busca legislar sobre banderilleros para señalización y fumigación.
En ese marco, solicita al Poder Ejecutivo nacional para que, a través de los organismos que correspondan, informe sobre el control de las condiciones de trabajo en zonas rurales, donde según reiteradas denuncias, existen operarios, en muchos casos menores de edad, que realizan tareas de banderilleros para señalización y fumigación, sin los adecuados elementos de protección, implicando el incumplimiento de las normativas establecidas en la ley 22.248, del trabajo agrario.
(La Nota digital)













