La propuesta para crear un parque nacional en los Esteros del Iberá, con la donación de unas 150 mil hectáreas por parte del conservacionista millonario estadounidense, Douglas Tompkins, desató una polémica por el destino de los recursos entre quienes prefieren continuar con un modelo extractivo o el desarrollo del turismo en Corrientes.

La creación de lo que sería el segundo parque nacional en tamaño de la Argentina, después de Los Glaciares, con casi un millón de hectáreas, y en este caso, con una superficie estimada de 650 mil hectáreas no está, sin embargo, en los planes del gobierno provincial el que, por boca de su ministro de la Producción, Jorge Vara, rechazó de plano el cese de jurisdicción a la nación.
«Los Esteros del Iberá son patrimonio de los correntinos. Y es inadmisible pretender que se conviertan patrimonio nacional», sostuvo, contundente, en declaraciones a la agencia Telam.
Para el gobierno nacional en cambio la posibilidad de crear un área con el máximo nivel de protección está en estudio, en el marco de «conversaciones informales», desde hace al menos unos cinco años las que se aceleraron «en los últimos días» según detalló el ministro del Turismo nacional, Enrique Meyer.
«Nos parece espectacular si sucediera, tener ese recurso tan importante y tan caro a todos los argentinos» sostuvo Meyer en referencia a la creación de un área protegida con status de parque nacional, en los hechos, todo un territorio controlado y protegido por la Administración de Parques Nacionales (APN).
En este caso se trata del área ubicada sobre la Reserva Natural Esteros del Iberá de 1.300.000 hectáreas -bajo las cuales se encuentra el famoso Acuífero Guaraní, estratégica reserva de agua dulce-, y dentro de la cual unas 553 mil hectáreas fueron declaradas, recientemente, Parque Provincial Iberá.
Asimismo el Iberá, que significa `agua brillante´ en guaraní, el idioma de los humanos originarios que dieron nombre a las cosas, con riachos, arroyos, bañados, pantanos y embalsados constituye junto al Pantanal de Brasil, el segundo humedal en importancia en el mundo, motivo que lo convierte en un candidato seguro a convertirse en parque nacional.
En ese sentido, Meyer se manifestó a favor de «que pueda tener un nivel de conservacion y una figura como la de los parques nacionales, por las particularesde que presentan los esteros. Creo que la incorporación al sistema nacional es emblemático y muy importante».
Ministro de turismo al fin, un área que continúa en franco crecimiento en la Argentina y que en el 2010 recibió la visita de 5.200.000 extranjeros, fundamentó la importancia de conservar y proteger el área en cuestión «para contener el avance de algunos factores como la forestacion o el tema arrocero».
Por su parte, Tompkins, que despierta claras adhesiones en el mundo de la conservación pero también prejuicios y rechazos abiertos, con mas de 50 años en la región, entre Argentina y Chile, está decidido a mostrar ventajas y beneficios económicos para la provincia y para los pobladores de los municipios que circundan el humedal.
En ese plano el indudable prestigio mundial que Corrientes obtendría, mas del que ya tiene entre los 30 mil conservacionistas que por año llegan a Carlos Pellegrini, una comuna que en los últimos años desarrolló servicios para esos visitantes, pero que con un Parque Nacional multiplicaría.
«Para el turismo, nada mejor que parques nacionales, en el mundo son los imanes que atraen visitantes. Esta idea no es nada nuevo, nada raro, cada pais en el mundo tiene red de parques nacionales que son el orgullo del pais y sirven como polos turisticos», aseguró convencido Tompkins durante un diálogo exclusivo con Télam a orillas de la Laguna Iberá.
Puso como ejemplo que Santa Cruz con El Calafate y Los Glaciares, Bariloche con el Nahuel Huapi y Misiones con Iguazú «ya saben el valor» de tener un parque nacional porque se trata de los destinos turísticos mas importantes del país.
«Corrientes puede tener uno de los cuatro mas importantes. Ibera es candidato por esa razon, pero es el gobierno el que tiene que decir, nosotros sólo somos portavoces de esta idea, hacemos lobby, queremos motivar, incentivar, animar», dijo.
Conservacionista al fin, agregó «mientras tanto tratamos de restaurar campos que compramos. Hay una tremenda abundancia de vida silvestre y en los ultimos 15 años, hemos visto ciervos que antes no existian, aves en lista roja, amenazadas y reintroducimos al oso hormiguero», concluyó «Doug» como le dicen sus colaboradores

(La Nota digital)

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