Dos mujeres murieron quemadas en Paraná y las pericias posteriores determinaron que se trató de un homicidio por que el que también fueron golpeadas y una de ellas baleada. El caso despertó la alarma sobre el incremento de femicidios por los que “no son suficientemente tomados en cuenta los antecedentes y las denuncias que ejercen las mujeres”, manifestó la vicepresidenta de la fundación Mujeres Tramando, Analía Vennazi.
En diálogo con agencia AIM, Vennazi aseguró que “si bien se logró una ley muy completa a nivel nacional, para luchar contra la violencia de género y evitar el femicidio, cada vez se multiplica más, por lo que resta trabajar culturalmente para que se deje de naturalizar la violencia contra la mujer y estos casos sean atendidos cuando aparecen para no tener que volver a lamentar víctimas”.
“Existen muchos estamentos anteriores a la instancia del femicidio en los que se da la violencia contra la mujer: en los medios de comunicación a través de la policía o en la justicia, pero son situaciones naturalizadas que se pasan por alto, o que no encuentran contención en las oficinas del Estado, entonces desembocan en hechos lamentables como asesinatos que se podrían haber evitado”, aseguró a AIM.
En cambio, “cuando las mujeres son agresoras, el tratamiento de los casos es otro, y se las condena de antemano”, analizó Vennazi, y agregó: “esto tiene que ver con que no somos tratadas en igualdad con los varones, las mujeres no requieren un tratamiento especial, sino que se haga justicia, es decir, que tengamos igualdad, para dejar de naturalizar la violencia de género, o justificarla de los diversos modos que se lo hace actualmente”.
Llegar a la denuncia
En ese sentido, la activista dijo que el trabajo que las organizaciones feministas desarrollan “a veces tiene más tiempo de trayectoria que algunas gestiones del Estado en la materia”, y agregó: “por eso podemos aportar mucho para atender este problema, porque que una mujer llegue a hacer una denuncia, o se acerque a alguna oficina del Estado es un paso muy importante, que cuesta muchísimo dar, y si encima no es atendida y contenida como corresponde y debe volver a convivir con la persona que le pega significa que puede derivar en una situación peor”.
(La Nota digital)













