El director de Obras Sanitarias Municipal, Miguel Ramos brindó detalles sobre los trabajos que se están realizando para recuperar la extracción de agua del río Paraná, ante la bajante. Aseguró que se irá normalizando el servicio “entre hoy y mañana” y apeló a la población que colabore “con el consumo racional”. Las zonas más afectados son Padre Kolbe, barrio Mercantil y algunas partes de Paraná XVI.

Ramos estimó que “se va a ir normalizando de a poco el servicio, suponemos que entre hoy y mañana”. Explicó que “toda la reserva es como un tanque y de ahí se distribuye. Ahora estamos tratando de juntar agua en ese tanque, para que esta noche esté normalizado”.

De todos modos indicó que “todo depende de la altura del río”. Detalló que el sábado se trabajo con lo mínimo y “se normalizó la bomba a partir de las 10 de la noche y eso facilitó abrir un poco más las válvulas”.

“Las zonas más afectadas son Barrio mercantil, Padre Kolbe y algunas partes de Paraná XVI”, informó el funcionario en declaraciones a la agencia APF.

Consultado sobre los detalles de los trabajos, Ramos contó que “la bomba se bajó una parte, demandó como 10 horas de trabajo, se le agregaron 2 metros y medios. Se hizo un agujero, pero por ahí se traba porque chupa barro u otras cosas, hasta ahora no ha pasado eso, esperemos que no se dificulte la extracción”.

“Hasta ahora estamos bien, pero son muchas horas que la gente no tiene agua y más los fines de semana que es cuando crece el consumo”, comentó.

Informó además que el pico de consumo se da los sábados de mañana y hasta las 5 de la tarde que “es cuando todo el mundo limpia y lava los vehículos”.

Colaboración del usuario

“El servicio se va a ir normalizando de apoco”, reiteró, pero “necesitamos la colaboración del usuario. Recomendamos racionalizar el uso sobre todo en la limpieza de las piletas”, sostuvo.

Comparando la situación con ciudades que utilizan el mismo río, Ramos manifestó que “Santa Fe y Rosario están con el mismo problema”, con la diferencia que “nosotros no tenemos medidores de agua como las otras ciudades, entonces la gente consume y no paga lo que debería pagar”.

Operativos de control

Consultado sobre si está funcionando la “brigada anti-derroche”, el funcionario destacó que “se está haciendo parcialmente, hay gente dedicada a salir en moto, se toman las denuncias, se visita al usuario y se le indica lo que tiene que hacer. Si sigue insistiendo se le labra una acta. Por ahora es precaución”, aclaró Ramos, al tiempo que aseguró que “son decisiones políticas, es un gobierno nuevo que prácticamente no ha podido hacer nada y tiene conflictos. Pero estamos bastante bien a lo que estábamos viernes y sábado, hoy se notó la mejoría”, confirmó.

Personal

Sobre el personal afectado para los trabajos el fin de semana, Ramos comentó que se agregaron cuadrillas, “tuvimos que convocar más gente a la calle por el tema de las reparaciones, en zonas hay mucha presión. Había barrios que tenían 5 metros y ahora pasaron a tener 30 metros de altura, entonces los caños de conexiones domiciliarias no están preparadas para soportar la presión y se rompen”, explicó.

“Tenemos que ir, romper, reparar, poner vallas, ir al otro día. Cuando se rompen en la calle tenemos que hacer dos pozos, uno en la calle y otro en la vereda, es un trabajo delicado no es fácil. La gente por ahí no es conciente”, lamentó.

“Tengo 30 años de obras sanitarias y por lo menos tenemos agua y dulce que es lo fundamental”, afirmó Ramos.

Sobre este tema opinó que “lo ideal sería la colocación de medidores, pero es una decisión política porque lleva mucho costo de personal y de insumos para hacer todos esos trabajos”.

Recomendaciones a usuarios

Consultado sobre las recomendaciones a los usuarios para facilitar la normalización del servicio, Ramos manifestó: “Que gaste lo menos posible más en el lavado de las piletas. La gente capaz que no ha tomado conciencia que el río está bajo y las bombas no chupan. Los días de calor aumenta el consumo”.

“Lo ideal sería que toda la población tenga medidor de agua. La gente no es conciente de los costos de los insumos, la llave maestra sale $130 por ejemplo, el cloro, el sulfato, salen caro y la población no lo tiene en cuenta”, afirmó.

“Hay mucho derroche, cuando dejan abierto los caños en la zona baja, se queda toda la zona alta sin agua”, agregó.

“Paraná es muy ondulado y eso agrava el problema”, finalizó.

(La Nota digital)

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