Las primeras dos semanas, el estacionamiento en la zona prohibida no tendrá sanciones, sino que los inspectores harán una tarea informativa. A partir del 1 de abril la grúa removerá aquellos automóviles que burlen la restricción. «Queremos un microcentro más amigable», dijo El secretario de Planificación comunal, Guillermo Federik.
A partir del 15 de marzo no se podrá estacionar más en las cuadras comprendidas por calles 9 de Julio-San Juan, Paraguay-Carbó, La Paz-Laprida y Libertad-Córdoba. Las primeras dos semanas, el estacionamiento en la zona no tendrá sanciones, sino que los inspectores harán una tarea informativa sugiriendo otros espacios para dejar el auto. Pero a partir del 1 de abril sí ya se ubicará la grúa en el microcentro para remover aquellos automóviles que burlen la restricción.
La prohibición de estacionar en el microcentro será una medida de contingencia tendiente a evitar congestionamientos y mejorar la calidad ambiental de la zona, donde se dará prioridad al paso del transporte público y al peatón, a los ciudadanos que deben circular por estas cuadras donde se concentra la mayor actividad administrativa, comercial y financiera de la ciudad.
Para suplir las plazas de estacionamiento removidas se destinarán otras cuadras, en calle Salta y la acera norte de 25 de Mayo, por ejemplo, donde podrán ubicarse aquellos vecinos que habitualmente paraban en el microcentro. Los tarjeteros del microcentro serán reasignados a estas nuevas plazas.
La opción será estacionar unas cuadras más lejos u ocupar las playas privadas existentes. Un dato importante es que la Municipalidad no permitirá la apertura de nuevas playas desde el 1 de abril, para preservar edificios patrimoniales.
El secretario de Planificación comunal, Guillermo Federik, dio precisiones a El Diario acerca de la puesta en marcha del plan para el microcentro. “Seguramente la semana entrante empezaremos con el operativo de información, que se desarrollará los primeros 15 días de marzo, para comunicar a los ciudadanos y a los pasajeros en general las nuevas medidas en cada lugar”, dijo. En tanto, “a partir del 15 de marzo se iniciará una sensibilización in situ, ya con el estacionamiento restringido, donde los usuarios habituales serán debidamente informados” de la nueva medida. “Se va a ampliar la oferta pues los estacionamientos se trasladarán a sectores periféricos del centro, se reasignan los tarjeteros”, señaló. Estas dos primeras semanas de marzo serán “un colchón de tiempo para que quienes habitualmente ocupan el centro encuentren nueva opción de estacionamiento medido”.
“Queremos lograr espacios públicos de más calidad, con más sendas peatonales, con bicisendas. Un microcentro más amigable, opuesto a lo que acontece hoy, donde se sufre polución, se sufren riesgos, la falta de seguridad vial por el congestionamiento de vehículos y personas”, redondeó el funcionario.
Federik adelantó que entre las nuevas opciones estará el carril norte de calle 25 de Mayo, donde se estacionará a 45 grados, con la rueda sobre el cordón. Calle Salta también será destinada a albergar nuevas plazas de estacionamiento ya que “tiene el ancho suficiente”. Con estas nuevas disposiciones se recuperarán los lugares para estacionar que se pierdan en el microcentro, señaló el funcionario.
Por otra parte, dentro del “plan de contingencia” se tiene pensado cambiar algunas paradas de colectivo, habilitar nuevos carriles exclusivos para transporte público y reubicar paradas de taxi.
Estas medidas serían las primeras de “un plan más ambicioso de reordenamiento del tránsito urbano. Se iniciará de este modo con el comienzo de las actividades rutinarias del año”, comentó finalmente.
Por otra parte, Federik informó acerca de las modificaciones que tendrá el servicio de transporte público de pasajeros, en el marco del Ptuma (Proyecto de Transporte Urbano de Áreas Metropolitanas), financiado por el Banco Mundial, con un crédito que “pagará la Nación”.
“El 1 de marzo comenzamos estudios para un nuevo esquema de concesión del transporte. Se capturan datos, información de calidad para hacer los estudios, todas las alternativas se simulan para probar la funcionalidad de cada una de las propuestas”, señaló. Así, paulatinamente, se irán “tomando medidas correctivas, como cambio de paradas, carriles exclusivos y hacia fines de año se presentará una propuesta diferente a la actual”, anunció. Y señaló que se preverán obras de infraestructura, como terminales de transferencia de pasajeros.
Este estudio en el marco del Ptuma se vendrá a sumar al trabajo contratado el año pasado por la Municipalidad, durante la gestión de José Carlos Halle, un estudio que hizo la consultora brasileña Logitrans y que costó $ 500 mil, pero que el presente gobierno considera “inútil”. “No tiene ninguna sustentabilidad ni técnica, ni jurídica. Se hizo en base a datos supuestos, no constatados en terreno. No contiene datos fidedignos, no se hizo ningún estudio: se aplicó una receta exitosa en otras ciudades y en otros contextos pero no merece ni amerita ningún tipo de seriedad”, dijo.
“Se trata de otro de los ejemplos de malversación de fondos en que ha incurrido la gestión anterior. Probablemente, cuando tengamos acceso a la documentación, formularemos las objeciones pertinentes. El contrato se hizo en base a atribuciones que tenía el Ejecutivo, pero el estudio es inservible e inútil”, finalizó diciendo Federik.
Mandapeatón
Dentro del plan para mejorar la transitabilidad en el microcentro, se encuentra la creación de más semipeatonales. Pero se trata de una medida que no será inmediata sino que se enmarcará en las conclusiones de un nuevo estudio de transporte y tránsito que se está comenzando a encarar y que llevará alrededor de nueve meses, dijo a El Diario Guillermo Federik, secretario de Planificación comunal. “No haremos obras sin sentido como el mandapeatón de calle Monte Caseros, que no ofrece ningún beneficio para nadie”, diferenció Federik. “Esto es un claro ejemplo de lo que no hay que hacer: esa obra no beneficia a nadie, no se ha logrado el resultado esperado”, sostuvo. Dijo que la presente gestión, en cambio, “priorizará la evaluación del impacto que tendrá la obra en la economía urbana y la calidad de vida, que cumplan un objetivo: cuando no hay beneficio para nadie, se trata de una malversación lisa y llana”, definió.
(La Nota digital)













