Carlos Martínez Paiva, declaró ante el Tribunal Oral Federal de Paraná que el jefe del operativo que lo secuestró en Concepción del Uruguay es Nacho Cabrera y que trabajaría actualmente en el ministerio de Educación de la provincia.
“Cuando Martínez Paiva contó esto, quedó una sensación de estupor, porque no se puede creer que este hombre esté vinculado a un gobierno que ha hecho avances tan importantes en cuanto a políticas de derechos humanos”, manifestó el abogado Rubén Pagliotto.
“Martínez Paiva hizo un pormenorizado relato de las torturas que sufrió e incluso contextualizó los meses previos a la dictadura. Además contó sobre el momento presido en el que fue arrancado de su casa, las dos veces que fue preso”, detalló Pagliotto en declaraciones al programa A quien corresponda de Radio De la Plaza.
Contó que “en una primera etapa estuvo en el temible destacamento de la Policía Federal y la segunda vez, cuando fue apresado por otra patota, donde luego estuvo preso en Gualeguaychú, Paraná y finalmente terminó en la cárcel de Coronda (Santa Fe)”.
“Siempre se le hace a los testigos la pregunta de rigor de saber si volvió a ver a alguno de los torturadores y él contó que lo volvió a ver a Juan César Rodríguez -alías el Moscardón Verde- y ahí también nombró a Nacho Cabrera y dice que es asesor o chofer de un alto funcionario político, que es Lauritto”, describió el letrado.
“Cuando se escuchó eso quedó una sensación total de estupor porque es increíble que un hombre que participó en la dictadura militar hoy esté en este gobierno que ha hecho tanto por los derechos humanos”, remarcó.
Asimismo añadió: “Martínez Paiva fue vejado de la manera más cruel. Contó cosas muy terribles que le hicieron y la situación de este hombre que ahora trabajaría con Lauritto fue absolutamente inesperada”.
También indicó que “hay muchos nombres que van surgiendo durante los relatos que participaron de las vejaciones y que intentaban quebrarles las voluntades. Han contado cuestiones horribles que ponen al descubierto la crueldad de esos días”.
“Además pasaron cosas como por ejemplo que se presentaran hábeas corpus en la Justicia Federal y ni siquiera los respondieran. También se contó que había civiles que participaban o colaboraban en esta idea de que el país no se convirtiera en un lugar comunista. La idea era sembrar el terror para evitar lazos e imponer un nuevo orden político y social”, expresó Pagliotto.
(La Nota digital)
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