Causa Harguindeguy: pidieron protección para Martínez Paiva

El querellante-víctima en la Causa Harguindeguy, César Román reveló información sobre la fuerte acusación realizada por Carlos Martínez Paiva sobre «Nacho» Cabrera, partícipe de la represión durante la última dictadura.

Román hizo profundas observaciones sobre una nota publicada por Análisis, donde consideró que se estaba “revictimizando a la víctima” al poner en duda algunas de las afirmaciones de quien considera “el más vulnerable” porque “se ganó la antipatía de la Policía”. Román cree que los testimonios vertidos en la Cámara Federal del Apelaciones posibilitarán la apertura de nuevas causas por delitos de lesa humanidad en la provincia.

“Mi preocupación es sobre la parte donde están los numerosos ‘sic’, en la cual se refiere a datos al menos cuestionables del testimonio de Martínez Paiva. Habla de cuestiones que, a efectos judiciales, son irrelevantes”, comenzó Román, quien luego agregó: “Lo más importante es que en su segundo secuestro, esta patota que encabezaba (Félix Orlando Nacho) Cabrera –quien es sindicado como colaborador del actual ministro de Educación- estaba dentro de su casa, fue bajo coerción, le mostraron armas y fue secuestrado. Lo determinante, lo sobresaliente y lo más importante de la denuncia es un secuestro extorsivo por parte de la Policía de Entre Ríos”, resaltó.

En ese sentido, el querellante en la Causa Harguindeguy entendió “que hay una suerte de revictimización de la victima, porque no está completa la información” difundida por este medio. “Esta denuncia (sobre el segundo secuestro de Martínez Paiva) está radicada en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, en una causa de 1977”, reveló. Probablemente, la referencia de Román sea a 1987, ya que el segundo secuestro al que se refiere se produjo en 1980. Por eso, opinó que “habría que cruzar fuentes para largar una información así, antes de poner en cuestionamiento una víctima del terrorismo de Estado”.

Román detalló que “en el segundo secuestro (de Martínez Paiva), estaban su señora y sus hijos chicos, que venían de la escuela”, quienes “sufrieron, aparte del primer shock cuando lo secuestran al padre en 1976, el segundo durante 1980”.

El ex militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) durante la última dictadura cívico-militar señalo que la causa que se investiga actualmente tiene más testigos. “No sólo Martínez Paiva fue secuestrado en esa oportunidad. El operativo tampoco estuvo solamente a cargo de la Policía de Entre Ríos, sino también del Ejército. Tienen que investigar porque hay más testigos. Testigos-víctimas, encima”, indicó.

Además, explicó que las declaraciones a una radio que hizo el denunciante, las cuales son reproducidas en la nota que observa, estaban influidas por una fuerte carga emocional, ya que recientemente había declarado ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Paraná. “La declaración ésta que hace a una radio son de cuando salía de declarar en un estado emocional… yo declaré también, y es bastante difícil. Salís tremendamente emocionado”, expresó.

Causas paralelas

Román consideró que los testimonios vertidos en el juicio oral y público de la Causa Harguindeguy posibilitarán la reapertura de otras causas, como así también la reactivación de la que investiga el segundo secuestro de Martínez Paiva.

El querellante cree que las denuncias efectuadas contra “Alias el Manchado”, quien fue señalado como partícipe de la patota que secuestró a los jóvenes uruguayenses en 1976 y no está imputado, harán que se abra una nueva causa para investigar la denuncia. A su vez, sostuvo que la participación de Cabrera en el segundo secuestro posibilitará la reapertura de la causa radicada en el Juzgado Federal del Concepción del Uruguay o bien hará que se inicie un nuevo proceso.

Fuente: Análisis

(La Nota digital)