La cadena internacional de noticias difundió este domingo el informe sobre la base de la investigación del periodista Fabián Magnotta. La BBC recorrió junto a testimonios y el propio autor del libro, el Delta en bote y en una pequeña avioneta. Unos de los testigos afirmó: “Recuerdo haber visto como helicópteros o aviones lanzaban bultos. Abrían la escotilla y se veía caer el bulto desde el aire». Actualmente hay un juicio en curso que busca investigar estos vuelos de la muerte. Siete ex funcionarios, incluyendo varios expilotos militares, son acusados de haber lanzado personas detenidas.

Fabián Magnotta escribió el libro “El lugar perfecto” que es una investigación periodística sobre los vuelos de la muerte en el Delta entrerriano durante la última dictadura militar. Reúne numerosos e impactantes testimonios sobre hallazgos, pero además –y por primera vez- sobre los lanzamientos efectuados durante los vuelos.

El Delta marca el final del río Paraná donde fueron encontrados numerosos testimonios inéditos de isleños que lanzan la hipótesis de que el Delta puede ser una enorme fosa común. «Un lugar donde cientos de personas, detenidos y torturados durante la última dictadura, habrían sido lanzados desde aviones y helicópteros», afirma la publicación.

La BBC, junto a Magnotta y un lugareño recorrió el Delta en bote, y en una pequeña avioneta y este domingo – a 37 años del Golpe- publicó un informe con testimonios.

“Los lugareños explicaron que en algunos lugares el agua del río llega a 60 metros de profundidad. Desde el cielo se observa además enormes área de pantanos, capaces de absorber un cuerpo en segundos. Y luego hay montes, prácticamente impenetrables, donde un cuerpo humano puede fácilmente desaparecer”, dice la nota.

«Yo recuerdo haber visto cadáveres en el Río Bravo (un brazo del Delta del Paraná) que eran tirados desde aviones. Los encontraban enredados en los juncales», dice a BBC Marcos Queipo, un mecánico retirado que ha vivido toda su vida en la zona.

«Recuerdo haber visto como helicópteros o aviones lanzaban bultos. Abrían la escotilla y se veía caer el bulto desde el aire», señaló Pinazo.

«Al principio nadie sabía qué contenían estos bultos. Pero después con los días se descifró lo que tenían», apunta, según publicó Máxima On line.

Queipo abrió varios de estos «bultos». Todos tenían un cuerpo sin vida. Jóvenes en su mayoría. También muchos con las manos atadas.

«De tanto encontrar bultos con cuerpos ya dejé de revisarlos en el río. Ya sabía qué eran», dice este mecánico retirado.

Los testigos coinciden -al ser consultados de manera separada- en que a veces veían vuelos todos los días. Sobre todo en los primeros años de gobierno militar, entre 1976-1978, en que se sabe que la represión fue más cruenta.

Actualmente hay un juicio en curso que busca investigar estos vuelos de la muerte. Siete ex funcionarios, incluyendo varios expilotos militares, son acusados de haber lanzado personas detenidas en la Escuela Superior de Suboficiales de la Armada (ESMA). Todos niegan los cargos.

Pero el libro de Magnotta hace una relación entre el Delta y la ESMA. Emilio Massera, el fallecido almirante a cargo del centro de detención, era oriundo de Entre Ríos, donde termina el Paraná. Se sabe que además pasaba vacaciones en el delta y que conocía bien el lugar.

Durante años se ha señalado -en juicios o investigaciones- que muchos detenidos fueron lanzados al Atlántico o al Río de la Plata.

La investigación de Magnotta agrega un nuevo vertedero de cuerpos, el Delta del Paraná. A unos 20 minutos en vuelo desde Buenos Aires y con las características que facilitan la desaparición de cadáveres.

Por ello sus averiguaciones han sido entregadas al Ministerio Público que participa en el juicio de vuelos de la muerte de la Esma.

(La Nota digital)

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