El juez Ríos entendió que los acusados pueden fugarse o intimidar a testigos si son puestos en libertad. Además suspendió el proceso contra el militar Díaz Bessone por enfermedad.
Appiani, uno de los responsables de la dilación de la causa, está preso desde 2009.
El juez federal de Paraná, Leandro Ríos, resolvió prorrogar por un año la prisión preventiva de los imputados en la megacausa Área Paraná, José Anselmo Appelhans, Rosa Bidinost, Hugo Moyano, Jorge Humberto Appiani, Alberto Rivas, Carlos Horacio Zapata y Cosme Demonte. Además dispuso la suspensión del proceso respecto de Ramón Genaro Díaz Bessone, por problemas de salud, y dejó sin efecto su prisión domiciliaria.
En su resolución dictada el miércoles –a la que tuvo acceso UNO– Ríos mencionó que vencieron o están próximas a vencer las prórrogas ya dispuestas para la prisión de los represores acusados de delitos de lesa humanidad. Appiani, Bidinost, Appelhans y Moyano se encuentran privados de su libertad desde el 5 de junio de 2009, cuando fueron detenidos y sometidos a declaración indagatoria. Los tres últimos cumplen arresto domiciliario; mientras que Appiani está en la Unidad Penal Nº 1.
Por su parte, Rivas y Zapata están presos desde el 1 y el 4 de diciembre de 2009, respectivamente, y también gozan actualmente de la prisión domiciliaria. Demonte fue detenido el 19 de abril de 2010 y está alojado en la cárcel de Paraná.
En tanto, Díaz Bessone ya estaba detenido, a disposición de otras jurisdicciones, cuando se lo imputó en junio de 2009. El Juzgado Federal de Paraná le dictó prisión preventiva domiciliaria el 7 de julio de ese año. Ahora fue separado de la causa por enfermedad.
Dilaciones
Los orígenes de la causa Área Paraná se remontan a 1987. El desarchivo se concretó en 2004, tras la caída de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. El 29 de abril de 2011 se produjo la clausura de la etapa de sumario y se abrió la de plenario, en la cual se encuentra actualmente el proceso, que tramita por escrito por aplicación del antiguo Código de Procedimientos en Materia Penal.
El juez destacó que, a pesar del tiempo transcurrido, no se ha podido finalizar la ronda de vistas a las defensas y, por lo tanto, aún no se ha podido disponer la apertura de la causa a prueba. Recientemente, el 24 de octubre, la Cámara Federal de Apelaciones desestimó un planteo de nulidad de la acusación fiscal, por lo cual el proceso debería destrabarse.
Ríos, entre otras críticas a las maniobras de los abogados de los represores, enfatizó que la ronda de vistas a las defensas “estuvo suspendida durante un largo tiempo debido a la constante y reiterada formulación de planteos dilatorios –excepciones y recursos– tendientes a impedir que las actuaciones concluyan la actual etapa de proceso y arriben a sentencia”.
“Este tipo de planteos sistemáticos y reiterados ha sido obstáculo principal para el normal desarrollo del proceso”, indicó el juez al argumentar la renovación de las prisiones preventivas. A esto sumó la gravedad y cantidad de hechos imputados a cada uno de los acusados, la naturaleza de delitos de lesa humanidad de los mismos y la posibilidad de que Demonte y Appiani –principales responsables de las dilaciones– obstaculicen la investigación o directamente se fuguen. Inclusive alertó por la posibilidad de que “incurran en acciones de ocultamiento y/o amedrentamiento de testigos y/o extrañamiento del proceso por fuga”.
Díaz Bessone
En cuanto a Ramón Genaro Díaz Bessone, el magistrado tuvo en cuenta la pericia médica realizada el 29 de agosto por miembros del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y dispuso su separación del proceso por razones de salud.
Aquella pericia decía que el genocida “no está en condiciones psíquicas de seguir sometido a proceso, por no poseer la aptitud para intervenir activa y eficazmente en el ejercicio de su derecho de defensa”, dice la resolución del juez. Díaz Bessone ya fue apartado la causa Área Paraná II y, anteriormente, del juicio oral y público por la causa Harguindeguy.
Fuente: Diario Uno
(La Nota digital)
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