Es la estrategia de la defensa para que cumpla la condena en su domicilio. Su futuro se resolverá en Casación. Aseguran que padece problemas cardíacos.

La defensa de Félix Abelardo Pacayut, quien cumple en prisión una condena de tres años y cuatro meses por haber falsificado documentación para obtener una casa del IAPV, estimó que la semana próxima será clave para que se resuelva el pedido orientado a lograr el beneficio de la prisión domiciliaria para el exsenador. La petición será evaluada en una instancia de Casación, según se confirmó a Diario Uno.

Los abogados Julio Federik y Leopoldo Lambruschini, representantes de quien fuera un encumbrado dirigente político, emplearon varias estrategias en función de lograr ese objetivo, pero hasta el momento no han logrado resultados. Los patrocinantes argumentaron que su defendido sufre una afección cardíaca y que su cuadro de salud es complicado, por lo que debería cumplir la condena en su domicilio de calle Laprida, en la ciudad de Paraná.

Pacayut está preso desde diciembre en la Unidad Penal N° 1 de la capital entrerriana y pasa sus días alojado en el pabellón N°5, según revelaron fuentes allegadas a ese establecimiento carcelario. Su llegada generó revuelo entre los internos, por eso las autoridades dispusieron medidas para su seguridad y alojamiento.

Frente a los reveses judiciales que sufrió Pacayut, entre ellos el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que dejó firme la sentencia por la que se lo condenó, sus abogados apelaron a los problemas cardíacos de su cliente y presentaron un informe médico para que se evaluara si estaban dadas las condiciones para que sea alojado en la UP1.

Inminente definición

El juzgado de Ejecución de Penas tendrá la última palabra sobre el futuro de Pacayut. Una junta médica evaluó los antecedentes del ingeniero agrónomo. “Decidieron por mayoría que siga cumpliendo la pena en la cárcel”, sostuvo el abogado Leopoldo Lambruschini.

Aunque no todos los profesionales tuvieron la misma opinión sobre su estado de salud. Respecto de esta evaluación el abogado indicó: “Estas solo fueron conclusiones, donde se tuvo en cuenta una recomendación”. Lambruschini remarcó que su estado general viene en franco deterioro. “Sufre problemas cardíacos desde hace 20 años; le fue reemplazada la válvula mitral y necesita atención médica permanente. En la cárcel no hay médico cardiólogo”, cuestionó. Explicó que esa patología se corroboró durante una visita al penal de un médico forense y otro legista. “A fines del año pasado padeció un episodio de arritmia, por lo que tuvo que ser internado en una clínica privada”, finalizó.

(La Nota digital)

——————————–

Para suscribirte con $ 1500/mes a LNd hace click aquí

Tendencias