La exposición de imágenes que ya estuvo en 12 países llegará a los pueblos entrerrianos, mientras toma forma el proyecto de sumar tomas fotográficas de desaparecidos de Uruguay, Chile, Paraguay y Bolivia.

La muestra fotográfica Ausencias, que recuerda a los desaparecidos de Argentina, se completará con imágenes de víctimas de las dictaduras de todos los países abarcados por el denominado Plan Cóndor. Será un trabajo conjunto entre su realizador, el fotoreportero Gustavo Germano, y el gobierno de Entre Ríos.

“La muestra está realizada en base a la técnica fotográfica histórico comparativa y refleja las ausencias provocadas por la desaparición forzada de personas en Argentina. La intención es la de instalar en los observadores la reflexión acerca de lo vivido por los familiares de los desaparecidos y mantener viva la memoria”, comentó Germano, que fue recibido en Casa de Gobierno por el ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, a quien lo interiorizó sobre su nuevo proyecto.

La muestra Ausencias se lanzó en 2007 y desde entonces giró por 12 países de Europa y América. Se compone de 14 fotos en las que aparecen desaparecidos entrerrianos en situaciones cotidianas, junto a sus familiares y amigos, que son contrapuestas con nuevas imágenes tomadas en los mismos lugares y con los mismos protagonistas.

Así, la foto de una pareja que disfruta del sol en una playa es acompañada por una imagen de la misma playa vacía. O la fotografía de un matrimonio joven que le sonríe a una bebita en el living de una casa es acompañada por una imagen tomada en ese mismo living en la que puede verse solamente a una mujer de unos 30 años, que es la bebé de la foto, cuyos padres están desaparecidos.

La carga emotiva de las imágenes y su calidad artística han provocado que Ausencias consiga un enorme impacto en quienes la visitan. Es por eso que Germano, desde hace algunos años radicado en Barcelona, aplicando la misma técnica, reflejó el destierro causado por la Guerra Civil Española en otra muestra denominada Distancias.

Luego, hizo la versión brasileña de Ausencias y ahora buscará extender el trabajo a Uruguay, Chile, Paraguay y Bolivia –los demás países en los que se implementó el Plan Cóndor– para dar forma a una muestra completa que exponga el horror causado por los planes sistemáticos de exterminio aplicados en América Latina.

Embajador

“Gustavo Germano, el Mencho Rubio, como lo conocemos entre los compañeros y amigos, se convirtió en un embajador de los entrerrianos ante el mundo, con lo mejor del arte puesto al servicio de los derechos humanos. Para nosotros desde siempre fue una alegría y un orgullo poder sumarnos a su valioso trabajo”, comentó Báez.

El ministro celebró el encuentro con el fotógrafo, las nuevas propuestas y también la posibilidad de dar continuidad a iniciativas en marcha. Durante la reunión, Germano hizo entrega a Báez de los archivos digitales originales de Ausencias para la producción de una muestra itinerante que girará por escuelas, museos y otros espacios de la provincia. También se habló de la posibilidad de diseñar un recorrido virtual.

“Una vez más, con el apoyo del gobierno entrerriano, especialmente del Ministerio de Cultura y de la Secretaría de Derechos Humanos, vamos a poder llegar con este trabajo a lugares a los que no siempre llegamos. Estamos agradecidos por el respaldo y nos pone contentos seguir encarando proyectos conjuntos”, dijo Germano.

A su turno, Báez valoró la posibilidad de llevar un material de tan honda significación a todos los rincones de la provincia. “La máxima difusión de una expresión artística de esta naturaleza es quizás una de las mejores y más gratas maneras de profundizar la lucha por memoria, verdad y justicia. Vamos a llevar esta muestra a cada rincón de la provincia y también vamos a acompañar este proyecto tan ambicioso como necesario de extender este mensaje a países hermanos. Nos complace que un entrerriano, un militante, uno de los nuestros sea quien, desde Entre Ríos, le muestre al mundo que en estos temas no existen las fronteras”, dijo.

Exterminio

El Plan Cóndor es el nombre con que se conoce al dispositivo de coordinación de operaciones entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América –Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y esporádicamente, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador– con los Estados Unidos llevada a cabo en las décadas de 1970 y 1980.

Se constituyó en una organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de personas.

Memoria sin monumentos

Gustavo Mencho Germano es hermano de Eduardo Germano, asesinado por la dictadura en Rosario en 1976. Una placa que lo recuerda fue reubicada en el Patito Sirirí hace semanas, durante las actividades por el Mes de la Memoria que se realizaron en Paraná. Visitar ese lugar será una de las actividades del fotógrafo durante su estadía en la capital provincial.

Durante la charla en el Ministerio de Cultura y Comunicación –de la que también fueron parte el secretario de Justicia, Rubén Virué; el secretario de Telecomunicaciones, Sergio Delcanto; el subsecretario de Derechos Humanos, Julián Froidevaux; y el coordinador de Políticas Culturales por la Inclusión Social, Tomás Luján– se habló también de este tipo de homenajes y de las distintas expresiones artísticas que buscan mantener viva la memoria.

“Conversar con el Mencho siempre es estimulante y motor de nuevas ideas. Nos transmitió su visión sobre la realidad de España, hablamos del rol de los medios y nos reseñó con claridad cómo se ve Argentina desde Barcelona. A propósito de la placa de Eduardo, hablamos del antimonumentalismo, esta nueva tendencia en boga en Europa, y empezamos a ver la posibilidad de hacer algo así en nuestra provincia”, contó Báez.

La referencia fue, básicamente, al trabajo del artista polaco Horst Hoheisel referente de la construcción de memoria sin monumentos, hacedor de formas sutiles ligadas al concepto que propone al ser humano como mejor elemento para la recordación.
La demolición de la Puerta de Brandeburgo, el esparcimiento de restos de oficinas de la Gestapo para presentar el predio como “la historia molida” o la instalación de una placa de metal que permanentemente está a 36,5º –la temperatura del ser humano– en un gélido lugar que había sido tomado por los nazis, son algunas de sus obras más trascendentes.

“Juntarse un rato con el Mencho es también encontrarse con la lucha de los suyos. Es evocar la lucha de Eduardo, el tesón de Guillermo –que permitió nada menos que la recuperación de la identidad de nuestra querida Sabrina Gullino– y el amor infinito de su madre Carmen. Y también es un estímulo potente para pensar que en Entre Ríos también podemos pensar en un acceso distinto a la memoria a través del arte, la vanguardia y la diversidad como principales vehículos”, concluyó Báez.

Fuente: El Diario

(La Nota digital)

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