Otra mamá, joven, 23 años, oriunda La Paz, se sumó a la lista de muertes maternas en Entre Ríos. Esta vez en la sala de Terapia Intensiva del Hospital San Martín, adonde había sido derivada luego de dar a luz, por segunda vez.
Otra vez, como en el caso de Gisela Berón, la mamá que falleció camino a la Clínica Modelo luego de dar a luz en el Hospital San Martín, una muerte materna evitable, una muerte de una mamá joven. De haber actuado bien los sistemas de salud, en ninguno de los dos casos el final debió ser la muerte, dicen en Salud.
El índice de muerte materna, como ya contó Entre Ríos Ahora, refleja el riesgo de morir de las mujeres durante la gestación, el parto y el puerperio. La tasa de muerte materna mide la cantidad de muertes maternas en relación a los niños nacidos vivos- En 2012 en la provincia esa tasa se ubicó en 3,2 por cada diez mil nacidos. Se trata, dicen en salud, de muertes evitables, de haber correcta atención de la embarazada durante la gestión y al momento de ir a parir.
Aunque ambos casos, las dos muertes maternas, fueron manejados en reserva por parte del Ministerio de Salud, que dirige Carlos Ramos, la noticia llegó a Entre Ríos Ahora de parte de fuentes confiables que relataron que en las dos situaciones fallaron los sistemas de salud. “Fueron muertes evitables, que no se evitaron”, señaló una fuente.
En el primer caso, el de Gisela Berón, los controles médicos durante el embarazo se cumplieron acabadamente, pero falló la atención después del parto. Desde el Hospital San Roque dijeron que el trabajo fue normal, y que la bebé nació en perfectas condiciones.
Oficialmente, se dijo que hubo un “traumatismo de bazo”, pero no se explica cómo ocurrió, aunque lo que siguió fue dramático: los médicos convocados para tratar a la paciente no se presentaron con el argumento de que todos en el Hospital San Roque tienen especialidad pediátrica, y para tratar a un paciente adulto, debe ser derivado al Hospital San Martín.
“Pero hay dos problemas –relató la fuente consultada–. En el hospital no hay dinámica de trabajo coordinado con el San Martín, los médicos no cumplen horario, no van cuando se los convoca, y en este caso no se había previsto una cama para la paciente, así que hubo que buscar en la parte privada”.
Dos auditores empezaron a trabajar en el primer caso de muerte materna que ocurrió en el Hospital San Roque, y ya produjeron los primeros informes que son lapidarios respecto de la actuación de los profesionales. “Aparentemente, hubo una mala maniobra de reanimación”, contó la fuente.
Lo que siguió fue una complicación, la falta de especialistas en el hospital, la imposibilidad de derivar a la mujer a otro hospital público, y la necesidad de buscar, de urgencia, una cama en un sanatorio privado.
Oficialmente, Salud no dijo nada de esas dos muertes. El titular de Maternidad e Infancia, Ricardo Pastre, elaboró un informe que dirigió al ministro Ramos con la idea de que se haga público para dar cuenta de lo que pasó. Pero ese informe nunca se hizo público, hasta ahora.
“Ni siquiera se hacen las historias clínicas –reveló la fuente –. Todo está mal en el hospital, y no es que falte el recurso humano. Hay desorganización y falta de interés, algo que no ocurre en los sanatorios. Ahí los médicos cumplen. Después que falleció la paciente en el San Roque, se apuraron a armar la historia clínica, pero eso pasa siempre”.
Pero no es el único tema que está en agenda de Salud: el otro asunto urticante es el aumento en la tasa de mortalidad infantil, un dato que por ahora el Gobierno guarda bajo siete llaves.
Aunque en estos casos, todo, siempre, llega tarde: ni siquiera una eventual sanción a algún responsable servirá para algo. Las dos muertes evitables ya ocurrieron, y nadie las evitó.
Fuente: Entre Ríos Ahora
(La Nota digital)
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