El fuerte aguacero que se desató este sábado en una gran zona de la provincia generó diversos problemas de anegamientos en Paraná y Gualeguay, que fueron las ciudades que tuvieron mayores problemas en viviendas precarias, que sufrieron el ingreso de agua. En el caso de la capital provincial, el epicentro fue en los sectores emplazados a la vera de los arroyos.

Indica Análisis que los cauces de los arroyos –fundamentalmente el Antoñico–, colapsaron ante la intensidad de la precipitación. En tanto, en Gualeguay, donde cayeron cerca de 120 milímetros, “hubo muchos hogares que sufrieron ingreso de agua y debieron ser asistidos”, indicó Roberto Destri, de la Dirección de Defensa Civil de la provincia. La lluvia alcanzó los 120 milímetros en pocas horas y por la intensidad de la tormenta, se realizaron evacuaciones en Gualeguay. Hubo además fuertes vientos, anegamientos y caída de árboles. Autoridades del Comité Anticatástrofe explicaron que el río se encuentra en un nivel alto y los pobladores temen una crecida. En las primeras horas de este domingo, la lluvia cesó y se comenzó a recorrer las zonas más castigadas para realizar un rastrillaje de las familias afectadas por el temporal que permanecieron en sus casas y temen por una nueva crecida. Un intenso temporal se desató este sábado en Gualeguay ocasionando la caída de árboles y anegamientos.

Se realizaron evacuaciones en distintos barrios de la ciudad y representantes municipales se reunieron y coincidieron que el nivel del río Gualeguay se encontraba en un nivel alto.

En las primeras horas de este domingo, la lluvia cesó y el Comité Ante Catástrofe comenzó a recorrer las zonas más castigadas para realizar un rastrillaje de las familias afectadas por el temporal que permanecieron en sus casas y temen por una nueva crecida.

En su ascenso hacia el norte provincial, el fenómeno climático se abatió con similar intensidad y dificultades en Victoria, Diamante y en Paraná. Justamente, en la capital provincial, en poco menos de una hora y medio, cayeron 65,5 milímetros hasta las 20.

Básicamente, los primeros pedidos de ayuda se habían centrado en nylon y colchones, que se mojaron en precarias viviendas.

Por efecto del temporal, las temperaturas descendieron abruptamente más de 15 grados y las térmicas retrocedieron hasta 30 grados por la noche. Ayer el calor elevó la sensación térmica en la provincia, más allá de los 40 grados.

Según los registros de la Dirección de Hidráulica de la provincia, la más alta –según las estaciones disponibles– se registró en Villa Urquiza: fue de 47,8 grados cerca de las 15.

(La Nota digital)

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