En San Pablo y Recife hubo disturbios luego que la selección local fuera eliminada de la final por 7 goles contra 1. Autobuses quemados y algunos comercios saqueados fueron el saldo de un día de furia.
Varios autobuses sin pasajeros fueron incendiados y algunos comercios fueron saqueados en San Pablo, mientras que en Recife la policía reprimió a hinchas que se pusieron violentos tras observar en pantalla gigante el partido que Alemania le ganó 7-1 por las semifinales del Mundial.
«Al caer la noche, se produjeron hechos aislados de violencia en distintas ciudades del país. Prendieron fuego una estación de autobuses y desconocidos saquearon y vaciaron un local de electrodomésticos» en San Pablo, dijo la red O`Globo, citada por ANSA.
La quema de un par de autobuses estacionados ocurrió en Sapopemba, en la periferia paulista; mientras que, en San Mateo, un comercio fue completamente destruido.
Cadenas de televisión locales indicaron que una calle fue cortada en Itaquera por gente con palos y neumáticos prendidos fuegos, descontentos por el resultado del partido semifinal y la humillación de Alemania a Brasil en el campo de juego.
Otro vehículo de transporte público fue prendido fuego en Villa Constanza, siempre en San Pablo.
La red O`Globo también informó que «la Policía montada entró al Fan Fest de Recife y lanzó gases lacrimógenos. Testigos aseguran que dentro del recinto se realizaron disparos, pero que luego de unos minutos la situación se resolvió».
Fuente: Los Andes – Fotos: AFP y El Tiempo
(La Nota digital)

















