E. García
La transmisión cultural hasta no hace muchas décadas, se realizaba casi exclusivamente, en forma vertical. Es decir, desde las personas mayores donde estaban incluidos los padres, abuelos, maestros, vecinos, autoridades, curas, etc. Transmisión que iba dirigida hacia las personas menores de edad, tanto de dentro como de fuera de la familia. Siendo esa transmisión cultural, la que conservaba las tradiciones, los conocimientos y los aspectos culturales considerados centrales para la formación de las nuevas generaciones. Conocimientos que luego de incorporados y enriquecidos, eran posteriormente transmitidos de generación en generación.
Transformándose esa verticalidad en horizontalidad con el transcurrir de las últimas décadas. Siendo en este momento mucho más importante, en lo que a cantidad y potencia se refiere, la transmisión horizontal de los rasgos culturales que la transmisión vertical de los mismos.
Lo que pasó, desde hace unas décadas a esta parte, es que los poderosos del mundo, poseedores de los distintos negocios de todo tipo que producen las mayores ganancias en el planeta. Se han apropiado de los avances de la ciencia y de la tecnología para alterar esa dirección, haciéndola girar hacia una horizontalidad desde prácticamente los inicios de la existencia de los nuevos niños. Produciéndose un rápido cambio en la transmisión de los nuevos rasgos culturales que desean transmitir. Siendo esa transmisión horizontal, la que se hace, entre los iguales de similar edad. Creándose un movimiento consumista-cultural que termina cortando la cadena de transmisión vertical de la cultura, por ser considerada antigua, obsoleta y poco valiosa.
Es decir, que cada vez más, las nuevas generaciones incorporan a su subjetividad, conceptos y rasgos culturales, apropiados del contacto con sus pares y del contacto con los medios masivos de comunicación. Sobre todo, luego que la tecnología de los juegos y la de las comunicaciones por teléfonos móviles, ha fortificado el vínculo horizontal en desmedro del vínculo vertical visiblemente debilitado. Transmisión vertical, que se realizaba por medio de la transmisión oral y por medio de la lectura y del libro.
Los mandatos que llegan desde los pares o grupos de pertenencia son más obedecidos.-https://t.co/9SLN5FDe9F pic.twitter.com/8ZQSLOxGSG
— Eugenio García (@garenio) 24 de abril de 2016
Esta ruptura abrupta con los eslabones anteriores de la cadena de transmisión cultural, deja a las nuevas generaciones como náufragos en la inmensidad del océano. Donde las anteriores tecnologías son abandonadas por ser consideradas aparentemente inservibles para transitar los nuevos tiempos. Habiendo sido abducidos, los integrantes de las nuevas generaciones, por los nuevos tiempos tecnológicos. Los que proponen distintos valores y le dan un sentido consumista y lúdico a la existencia. Diferenciándose claramente, de la transmisión inter generacional anterior a esta etapa tecnológica donde las nuevas generaciones eran inducidas a capacitarse integralmente, para afrontar los desafíos de la vida.
Por supuesto, que sobre esta ruptura inter generacional inducida, se montan otros operadores que se apropian de ese mercado de consumidores de bienes y servicios que se extiende entre pares. Operadores entre los que se encuentran todos los que nos podamos imaginar. Quienes acercan sus productos a cada uno de ellos. Recomendando o comercializando directamente con los integrantes del grupo de pertenencia. Obteniendo los fondos de los miembros mayores de la familia, con ingresos económicos obtenidos por estar integrados al sistema productivo.
A estos grupos, se suman padres y otros adultos que interpretan estos cambios absolutamente naturales y adecuados a los nuevos tiempos. Cambios que tienden a lograr una relación democrática dentro de la familia y dentro de la escuela, donde las jerarquías son interpretadas como cuestiones de un pasado autoritario. Convirtiéndose en funcionales de este estado de cosas absolutamente lamentables. Estado de cosas, que a todos los que nos disgusta, concluimos que son de difícil retorno. Ya que se ve avanzar al proceso hacia una nueva verticalidad, pero patas para arriba.
(La Nota digital)