E. M. Romero
En estos últimos días todos coinciden en que estamos viviendo los peores días desde que se inicio la gestión Macri y esta coincidencia es absoluta ya que comprende desde la gestión del mismo Macri hasta la totalidad de los matices de la oposición.
Necesitamos un sistema jubilatorio, justo, equitativo y sustentable en el tiempo.
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 27 de mayo de 2016
Sin dudas ha caído el consumo, los salarios de las actividades que aun no cerraron paritarias se encuentran muy retrasados, aparece fuertemente el fantasma de la pérdida de empleo, se ha incrementado la cantidad de pobres habida cuenta de la devaluación, el incremento de tarifas impacto fuertemente en el bolsillo de los sectores menos pudientes siendo una limitante al consumo, las altas tasas de interés impiden la inversión.
Los gobernante dan cuenta de necesidad en la toma de estas medidas que señalan “duelen”; los opositores piden mayor contención para los de menores ingresos.
Algunos señalan que el gobierno fue rápido en la devaluación, la anulación del cepo, la eliminación de algunas retenciones a las exportaciones y la reducción de otras, pero demora medias para los más desprotegidos ya que si bien el gobierno elimino la contribución a ganancias de algunos trabajadores no es menos cierto que beneficia a los trabajadores de mayores ingresos mientras que para los de menores ingresos solo se los beneficio con la incorporación a la asignación universal por hijos y se enuncio la posibilidad de una legislación que devuelva, a los jubilados que ganen la mínima, el IVA hasta $300.
Esta última propuesta –aun no implementada- es la única que beneficiaría a los más desprotegidos (jubilados que ganen la mínima) pero existen criticas ya que obliga a las compras con tarjeta de debito –que no todos los negocios reciben- y obliga a los jubilados a concurrir personalmente a la compra.
De todas maneras se señala por muchos sectores que deberán superarse estos próximos 90 días ya que indican a partir de este plazo comenzaría a recuperarse el consumo fundamentalmente porque el Estado volvería a invertir en obra pública, hoy detenida en investigaciones de corrupción, y que además cerrarían paritarias con mejoras salariales.
Hoy enfriada fuertemente la economía es posible que se detenga el brusco crecimiento de la pauta inflacionaria pero quedan algunas dudas de futuro; en primer término si incrementado nuevamente el consumo y mejoradas las venta no surgiría nuevamente un crecimiento de la inflación, y por otro lado si el consumo logrará crecer tanto que permita que sea posible la inversión en la producción y por ende en la generación de nuevos empleos.
También preocupa a muchos el alto nivel de endeudamiento en estos últimos meses y la fuerte crisis en la que se encuentran los países de la región en especial Brasil que resulta nuestro principal socio comercial; esta preocupación se ve agravada cuando se lee que existe una fuerte especulación financiera generada por el gobierno mediante la toma de dinero de la plaza mediante letras e incremento de tasas que si bien disminuye el circulante genera tasas tan altas que comprometen fuertemente el gasto publico.
Sin dudas es de desear que esto termine lo mejor posible pero es cierto que estamos en el peor momento y que hay dudas en torno al futuro mas allá de las justificaciones o no para las medidas tomadas.
(La Nota digital)
LA NOTA digital 