El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Jorge Lozano advirtió que «en el último año hubo una tergiversación progresiva de su figura (la de Jorge Bergoglio), y varios intentos por encasillarlo en claves de política partidaria», pero evitó dar los nombres de «los responsables de esta campaña».
Página/12 – Lozano se preguntó «quiénes son los pobres de Roma», (el projimo del que habla Jesus) en la Argentina https://t.co/XyQoppvwVO
— mirian maciel (@mirianomi) 15 de julio de 2016
«Prefiero no decirlo públicamente, y que cada uno se haga cargo de sus actitudes. Pero todos tenemos que ser responsables y no hablar de más», sugirió en una entrevista con la agencia DyN. Lozano destacó que «Francisco es reconocido mundialmente por su participación en la búsqueda de paz en Siria, entre Israel y Palestina, entre Cuba y Estados Unidos, entre las FARC y el Gobierno de Colombia». «Pensar que con este compromiso que tiene con el diálogo y la paz pueda querer la desunión de los argentinos me parece, al menos, desacertado».
Además insistió en afirmar que «las relaciones del Papa con las autoridades nacionales es muy buena», y recordó que hace poco estuvieron con él la canciller, Susana Malcorra, y el ministro de Educación, Esteban Bullrich. Monseñor Lozano atribuyó la lectura política que se hace de los gestos y mensajes del pontífice argentino a que «no se lo mira como sucesor del apóstol San Pedro en su misión evangelizadora».
«Tampoco, calculo yo, deben caer muy bien a todos en el Vaticano que haya construido duchas y peluquerías para los pobres que viven en las calles de Roma, o haya llevado a vivir allí a algunas familias de refugiados».
El titular de la Pastoral Social aseguró que esos gestos del Papa «deben mover a la conversión» y dijo que él en vez de cuestionarlo, prefiere que «sus gestos me cuestionen a mí: ¿a quién debería perdonar porque me ofendió? ¿De qué pecadores debería estar más cerca? ¿A quiénes debería darle más de mi tiempo? ¿Cuáles son ‘los pobres de Roma’ entre nosotros y qué debería hacer por ellos? ¿Cuáles son los desplazados y sin vivienda a quiénes deberíamos recibir?». «Si somos capaces de hacernos estas preguntas y buscar respuestas, seguramente comprenderemos mejor los gestos del pastor».
(La Nota digital)














