J. Federik
LA INGRATITUD
Una traición menor, inesperada,
Un puñado de sal sobre la herida
Que una mano cercana y protegida
puso allí sin medir, como si nada.
Una traición menor, pero agravada
por una relación larga y sentida;
una desilusión desprevenida
que nos arrasa el alma, desarmada.
No es el amor sino el afecto franco,
la confianza brindada año tras año
y algún favor que se llevó el olvido
lo que clava el puñal del desengaño.
Por eso deja allí, puesta en el flanco
la llaga de un dolor inmerecido.

EL AVARO
Tiene el alma cariada por la usura
y un gesto de avidez surto en la cara,
no se anima al amor, porque si amara
menos valdría el metal que la aventura.
Siempre supo acechar la desventura
y a la necesidad cobrarla cara
y no supo medir con otra vara
que la que dio el dinero a su postura.
Siempre queriendo más, siempre asustado
del temor de perder lo que ha ganado,
vive pendiente y preso de sus cosas.
Por su voracidad imperdonable
se olvidó de los sueños y las rosas
y es cada día más pobre y miserable.
J. Federik (1949). Escritor y docente nacido en Paraná, Entre Ríos, donde reside. Abogado, fue Convencional Constituyente en la reforma de la Constitución provincial. Su actuación en el campo del derecho penal convivió siempre con la escritura. Publicó: «Ésta es mi sangre», «Mi lugar» y «Más que tus labios».
(La Nota digital)














