Columna editorial «Servicios de Inteligencia y calidad democrática»

En la edición del sábado 6 de agosto fue publicada una columna editorial con el título Servicios de Inteligencia y calidad democrática que describe solo una parte del aparato de inteligencia macrista.
Durante el gobierno de Mauricio Macri se desplegó el sistema de espionaje ilegal y persecución más importante desde la vuelta de la democracia. Incluso, los “periodistas” realizan informes televisivos con la recolección de datos que hacía la AFI, Agencia Federal de Inteligencia.
“Macri puso el delicadísimo aparato de inteligencia en manos de un amigo personal, Gustavo Arribas, versado en compraventa de jugadores de fútbol. Para secundar al inexperto e incompetente Arribas, eligió a Silvia Majdalani. El antecedente más notorio de Majdalani en relación con la especialidad que se le estaba confiando era su estrechísima amistad con Francisco Larcher”, señala la columna.
La introducción que hace Saguier con el tema AFI y el expresidente, muy ligado a los ejecutivos de La Nación durante la presidencia, comienza así: “durante su mandato presidencial, Mauricio Macri y sus colaboradores inmediatos fueron advertidos de prácticas clandestinas que se llevaban adelante desde la AFI. Desde hace unos meses está surgiendo información que se investiga en la Justicia y que coincide con esas advertencias”.
¿Quién o quiénes realizaron esas advertencias al expresidente Macri? ¿Algún ejecutivo y/o accionistas de La Nación sabía del delito de espionaje interno y no lo denunció? Y surgen más preguntas, porque desde el inicio del gobierno de Macri salieron todo tipo de “informes” en medios y ¿los contenidos de dónde venían? ¿Hubo una reunión entre los directivos de La Nación con Macri o con Arribas sobre este tema tan delicado?
El formato “shopping” de las fotocopias de los cuadernos para su entrega, fiscal y juez. Páginas que primero “existieron”, después se quemaron. En esa línea es la forma de aparición y desaparición de los supuestos arrepentidos o aquellas empresas que estaban en el manual del arrepentido.
También el sistema dejó correr la suerte de empresas que habían sido visitadas por influyentes representantes del Poder Ejecutivo, empresarios y funcionarios, para que le transfieran a título oneroso, pero a precio de amigos con poder de daño, las actividades que desarrollaban cada uno de los visitados.
Así importantes generadores de energía eléctrica, concesionarios de redes de peaje por tierra y fluvial, contratistas de obras públicas, concesionarios de aeropuertos, y que de una u otra forma se negaron o se opusieron a la “voluntad carroñera” de Macri y sus amigos. Todo ocurrió y la editorial se permite contar una parte.
El expediente que investiga el espionaje político ha sido sustanciado por prueba documental suficiente y testimonios. La Cámara Federal de Casación dejó firmes los procesamientos de Arribas y Majdalani. La causa que tomó impulso en el juzgado federal de Lomas de Zamora ahora está en Cómodo Py.
Dice el columnista: “Los expedientes judiciales acumulan ahora testimonios sobre la vigilancia y persecución de dirigente opositores, pero también de figuras del anterior oficialismo como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Emilio Monzó o Nicolás Massot”.
“Existen indicios muy convincentes de que desde la AFI, con una irregular cobertura judicial, se monitoreó la vida cotidiana de dirigentes políticos sometidos al régimen de prisión preventiva por causas de corrupción, en el penal de Ezeiza, escuchándose incluso de manera clandestina las conversaciones que mantenían con sus abogados”, agrega.
Es decir, que hubo, según La Nación, un sistema ilegal de persecución a ciudadanos cuyas directivas la daban desde lo más alto del poder.
“Cuesta creer que agente de rango muy inferior se atrevieran a espiar al jefe al vicejefe de gobierno porteño, a la gobernadora de Buenos Aires y a familiares del presidente” y La Nación apunta a la dupla Arribas (amigo íntimo de Macri) y Majdalani diciendo que “el desconocimiento que alegan sería difícil de aceptar en cualquier área del Estado”.
Las causas de Macri ligadas al sistema ilegal de inteligencia son la megacausa que empezó en Lomas de Zamora con el grupo de whatsapp “Mario Bross”, el hallazgo de una caja fuerte en la AFI con fichas personales con datos de unos 400 periodistas y académicos que habían querido acreditarse para la OMC y G-20, el espionaje en el Instituto Patria y en el domicilio particular de Cristina Kirchner, la puesta de una bomba a alto dirigente del Ministerio de Defensa, el seguimiento a familiares víctimas del ARA San Juan y el cableados en la cárcel federal de Ezeiza para escuchar a los detenidos ilegalmente.
