A. O. Freire
¿Hemos llegado a la cima del esclavismo?
¿Hemos llegado a la cima del esclavismo? El afamado filósofo Byung Chul Han anota que el hombre actual como hombre del rendimiento ha llegado a convertirse en un auto esclavo, y que ve a este estado como un acto de realización personal.
Parece que sí. El esclavo de este tiempo es adicto al fútbol, a las redes sociales, al mercado, a la moda, etc. Incluso, hay adictos al trabajo. Padecen el síndrome del trabajador quemado (burnout), y terminan fundidos como los aparatos electrónicos, es decir, acaban enfermos, y algunos se mueren por exceso de trabajo (karoshi). Trabajan hasta 18 horas diarias. ¿Quién les obliga? Ellos mismos se auto imponen. Si no se mueren por karoshi, se suicidan, que es la tercera causa de muerte. El esclavo contemporáneo cree haber alcanzado mayor libertad porque puede elegir la forma en la que quiere esclavizarse.
Parece que nadie es consciente, es que hemos llegado a la cumbre del esclavismo. Desde todas las teorías se cree que el esclavismo es una etapa antigua, que fue superada y que desapareció. Pero, si hemos llegado a la auto esclavización quiere decir que nunca fue superado el esclavismo, sino que se fue perfeccionando. Lo que el marxismo llama feudalismo y capitalismo, fueron las etapas en las que se fue desarrollando, progresando, creciendo, hasta llegar en este tiempo a ser lo más sutil y elaborado. Etapa en la que el adicto, el dependiente, el fanático, no sabe que es esclavo sino que cree ser libre. El esclavo antiguo sabía que era esclavo y buscaba liberarse, el esclavo moderno no lo sabe y se entrega a ser solo accesorio de innumerables objetos y situaciones.
Las grandes compañías trasnacionales saben que el hombre actual es solo un algoritmo, acumulan toda la información que le entrega el mismo esclavo, y luego le bombardean con los productos con los que va a caer rendido. El hombre data se dedica a trabajar y trabajar para comprarse el nuevo producto. Y Pepsi Cola le repite: ¡Atrévete a más!
(*) Columnista de El Comercio
