Declaraciones del Dr. Guillermo Vega.
El Dr. Guillermo Vega, Juez de Paz de Santa Elena, habló en Radio La Voz respecto de la situación que se vive en la localidad por diferentes cuestiones relacionadas a la compra y venta de estupefacientes.
«La nueva Ley de Violencia de Género de la provincia, 10956 ya habla en su artículo 22 de convocar a Consejos locales cuando hay tratamientos comunes porque tenemos que avanzar con cuestiones intersectoriales que desde el juzgado solo, o desde el municipio o lo que sea solo no se puede por ende se pide una convocatoria al Consejo».
«La última vez que estuve en un Congreso de Jueces de Paz, en Victoria, lo que quedó en el bache de esa ley fue quién convocaba a ese consejo local. Algunos pensaban que tenía que ser la municipalidad por la dinámica y yo opiné que si no decía nada tenía que convocar el que tenía más ganas. Y en este caso es un Juzgado de Paz, hubo una gran cantidad de jueces que no estaban de acuerdo y ahí fue cuando Maximiliano Benítez me apoyó» comentó.
«En función de esto, solicité la conformación del Consejo en Santa Elena y ahí va tratando de marchar. Pero mientras tanto en Santa Elena se han producido algunos hechos particulares porque la verdad que la cuestión de la droga es en todos lados, en mayor o menor medida».
«Acá en Santa Elena hubo un robo muy particular, casi a las 8 del día con un arma blanca y a cara descubierta; hablando con mi papá –ex policía- repasábamos que antes para robarte no te golpeaban solo robaban, además cuidaban que no se conociera al ladrón y listo.
Ahora la cuestión es la abstinencia, que hace que los tipos hagan cualquier cosa y hay una particularidad. Santa Elena está detonada por la droga, el otro día hablaba con una persona que me decía que había chicos de doce años vendiendo porros» relató.
«Chicos de doce años vendiendo porros, ¿los vende para comprar pan, leche, un par de zapatillas? Y esa persona me decía ‘dentro de dos años no les va a quedar una neurona viva porque ya son consumidores’ y volvemos a tener problema todos desde los que estamos involucrados hasta los que no.
Sale uno descabezado porque tiene la necesidad de consumir y hace cualquier cosa. Acá en Santa Elena hace un tiempo que viene pasando esto».
«Hace poco meti preso a un tipo que meten preso siempre, un muchacho que es obeso, le falta una pierna. Hasta yo he ordenado secuestro de estupefacientes con una competencia más o menos, porque es una cuestión que terminé convocando hasta a Toxicología y al tipo lo termine sacando de la casa porque era una exclusión por tenencia de drogas y se lo llevan un rato y a la hora está de nuevo suelto vendiendo.
La situación es preocupante, ayer hablé con el Jefe de la Departamental, Echaniz; un tipo que labura y preocupado. Terminamos discutiendo bien, y convocamos a una reunión mañana a las 11 de la mañana en el Juzgado de Paz» contó.
«Me dice que todos se enojan con la policía y le dije que no, que esto tiene que ser abordado de manera conjunta. Sabemos que tiene que modificarse alguna ley, y es un tema delicado.
Lo vivi en carne propia, en el año 2019 en el mes de Octubre, me metí en la problemática. Atiendo gente todo el día con estos temas, padres que vienen y me dicen ‘sacame a mi hijo de mi casa porque me va a matar’. Había una metodología distinta antes en la ese padre cuidaba y protegía a ese hijo, ahora no. Nos dicen que ya no los pueden contener, tienen miedo».
«Y por otro lado tenemos a quienes preguntan de dónde sale la droga, y te dicen ahí en ese barrio va tal auto y compra.
Yo tenía un perro pitbul, que era súper dulce y cariñoso. Apareció muerto un día, pedí que lo llevaran, me llaman y me dicen ‘sabes de qué murió?’ y yo sospechaba que lo habían envenenado. Me dice ‘este perro tiene tres tiros’, informé todo, se hizo una investigación y la causa terminó archivada; me dijeron que no encontraron ángulo de tiro. Me dijeron que es muy raro, y uno lo termina asociando a esto que como dicen en los pueblos ‘me pegaron un coño y me quedé tranquilo’,» agregó.
«Todo esto no lo para nadie, no lo podemos parar y lo peor que puede pasar es que se naturalice. La reunión no es para pelear, es para plantear qué se puede hacer, qué puede hacer cada uno desde su lugar.
Es para que todos tengamos que asumir responsabilidad en esto, y los que la tenemos que asumir somos los que ocupamos los sillones. Y si no podemos hacer nada de última el aporte es este, la droga nos está comiendo las infancias» sentenció.
