El proyecto de la Ley Nacional de Danza (LND) perdió estado parlamentario a fines de 2013, pero trabajando desde 2008, el Movimiento por la Ley Nacional de Danza movilizará el país el día de hoy haciendo una convocatoria para la presentación del proyecto.
Por Eliseo Borgetto
Esta herramienta federal representará la creación de un Instituto Nacional de Danza conducido por un Consejo de Dirección, que sentará las bases a partir de la función del fomento, promoción, estímulo, apoyo y preservación de la actividad de la danza en general, siendo importante la manera en que se podrán desenvolver y el interés que se le dará a los trabajadores de la danza.
Hoy somos testigos, y lo expreso como bailarín, de una realidad donde no vemos un derecho real a la expresión, al acceso y disfrute de creaciones y tradiciones culturales, tanto propias como externas. Las condiciones de trabajo muchas veces no son las deseadas. Hay ausencia de apoyo financiero, asesoramiento y fomento, como responsabilidad estatal interrumpiendo e imposibilitando un proceso de creación y aprendizaje que se transformaría fácilmente con voluntad política. A la vez, los bailarines no tenemos un espacio que nos garantice y organice en la pluralidad de voces que se presentan; no hay un sindicato, gremio, o institución política que se encargue de la organización política; más allá de los docentes agruparse junto a otros trabajadores, los bailarines, grupos independientes, los espacios donde se crea y recrea la danza con proyectos concretos, se encuentran apartados; siendo necesario construir, articular y perfeccionar esta milenaria expresión de las culturas, como es la danza.
Con este panorama, la sociedad termina siendo consumidor de las alternativas únicas que presentan dentro del mercado, que poco tiene que ver con las manifestaciones de los pueblos, generando que la sociedad replique estas lógicas y no produzca una autonomía e identidad.
También de esta manera se excluye la posibilidad de expresión de sectores marginados y fuera del sistema, generando un vacío necesario de rellenar.
Esta herramienta –la LND – generaría un espacio institucional y burocrático hasta hoy deshabitado, que obligará a tomar cartas sobre el asunto, junto a la voluntad política debida y los objetivos en claro, un despliegue estatal para una transformación cultural, como herramienta de construcción nacional.
Por eso hoy Proyecto Sur Paraná y el Centro Cultural La Forja apoyan la Ley Nacional de Danza, haciendo un aporte a la transformación, fomento y construcción cultural entre todos y para todos los argentinos.
Toda la información acerca del proyecto se encuentra en www.leynacionaldedanza.com. También pueden comunicarse con nosotros por cualquier duda, interés o propuesta al respecto.
(La Nota digital)