Recuerdo a manera de Réquiem

J. C. Ramos

Pucha, cuantos sentimientos encontrados, cuantas esperanzas edificadas, cuantas alegrías. Desencuentros, proyectos comunes, peleas, militancia comprometida, enojos, una ideología común, discusiones, acuerdos, disputas, todo eso en el fragor atorbellinado de la política, con alejamientos enojosos y festejados reencuentros.

Hoy, Jorge, soñé que nos reencontrábamos por enésima vez. Te vi rozagante con una remera azul Francia, como siempre con unos jean planchados con raya y unos mocasines marrones bien, bien lustrados como de costumbre, barba blanca prolijamente recortada que daban el marco adecuado a tus chicos y perspicaces ojos celestes y una linda gorra azul que hacia juego con tu remera y que disimulaba con tu habitual coquetería tus raleados cabellos.

Como siempre no hubo reproches, también como siempre nos reímos de algunos protagonistas de la política, de los “panqueques”, de los “chantas”, “caraduras” y personajes menores y luego analizamos con seriedad la Política Nacional y el triunfo de Boric en Chile. Tomamos un prolongado café que animó una conversación que parecía interminable, que se fue desvaneciendo cuando un infinito cielo azul nos envolvió junto a los recuerdos del Cordobazo, del P.B, del Huevo, del Gringo, del Niato, de Las Mesas, de Don Enrique, El Choclo y la U.R.P. . Sin recriminaciones, nos fuimos despidiendo con un abrazo tan fuerte e interminable que conmovió a la inmensidad celestial.

(*) José Carlos Ramos «El Conde» es dirigente del PJ Entre Ríos.

Foto. archivo