El Dr. Daniel Erbetta sobre «Lawfare»

Declaraciones del Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Santa Fe.

El prestigioso abogado santafesino Daniel Erbetta, Ministro de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, dijo que el caso conocido como Juicio de Vialidad “nos permite enseñarles a las y los estudiantes cómo no debe ser un debido proceso penal”. Agregó que «es un grotesco».

El doctor Daniel Erbetta, de origen radical, es ministro de la Corte Suprema de la provincia de Santa Fe y profesor titular de Derecho Penal en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, de la cual también fue Decano.

CINCO PUNTOS

Indica InfoNews que el Magistrado señaló cinco puntos que descalifican la actuación del fiscal Luciani y la permisividad del tribunal al dejar que sucedan:

“El principio de inocencia. Estamos escuchando que el imputado debe probar su inocencia. Si alguien dijera esto en una facultad de derecho obviamente no pasa la materia.”

Admisibilidad de la prueba. “La prueba en un juicio oral debe incorporarse oportunamente y ante un tribunal imparcial. Valorar no sólo la validez sino la pertinencia de esa prueba. Yo no puedo traer prueba por la ventana en un alegato. Pero esto es una cuestión de examen, de examen de grado universitario. Como docente no sólo lo desapruebo, sino que esta repetición de equívocos o ignorancia del Derecho es tan grande, que le sugiero que estudie en otra facultad, arquitectura u otra carrera, pero no me parece que sea la vocación para un alumno que cometa tantos errores. Dejemos de lado que esa prueba, traída por la ventana, no tenga ninguna incidencia en la resolución del caso respecto de la vicepresidenta porque no representan nada, por el contrario, comprometen seriamente a otros funcionarios y a otros empresarios que tienen que ver con otra gestión de gobierno. Pero, dejando de lado esa cuestión, ¿cómo la van a incorporar? ¿Prueba por la ventana y el Tribunal va a permitir eso?», se preguntó.

En tercer lugar, la imparcialidad del juzgador. “Acá hay jurisprudencia internacional, hay jurisprudencia de la Corte Suprema Nacional, hay principios constitucionales. Todo ciudadano tiene derecho a ser juzgado por un juez independiente e imparcial. Y la doctrina ha desarrollado la teoría de la sospecha del temor de parcialidad. No sólo debo hacerlo, sino que debo aparentarlo.”

En relación a la falta de imparcialidad manifiesta, Erbetta señaló la existencia de “jueces que integran un mismo equipo de fútbol, que juegan en una determinada cancha; personas vinculadas a la política claramente enfrentadas con los imputados y que, luego de ser cuestionados, aparecen por televisión con un mate, identificado con un escudo del equipo Liverpool, en una clara provocación que merecería la intervención de la justicia federal, o por lo menos la actuación del Tribunal de Ética. Porque -cuanto menos- constituye una absoluta falta de ética y una falta de respeto la provocación en la que incurrió ese integrante del Tribunal”.

En cuarto lugar, la cuestión de la oralidad. “Los juicios son orales, no son juicios leídos”, subrayó. “Y hemos asistido a un proceso de juicio leído, no de juicio oral. Vaya a la provincia de Santa fe a ver si algún fiscal o algún defensor está leyendo un guión como se leyó en este juicio.”

En quinto lugar: los Derechos del imputado. “Negarle al imputado la posibilidad de declarar”, dijo el magistrado en forma exclamativa, e inmediatamente aludió al polémico fiscal Luciani: “Si yo someto a estas 5 preguntas que no implican comprometer mi opinión con el fondo del asunto, sino que implican un examen de Derecho Procesal Penal, le aseguro que ese alumno obviamente va a tener que estudiar mucho para volver a rendir la materia”.

“Este proceso, si tiene algún valor es el valor pedagógico, porque es un proceso que nos permitiría a nosotros enseñarle a los alumnos cómo no debe ser un debido proceso penal, cómo no debe actuar un fiscal y cómo no debe actuar un juez”, dijo con contundencia el juez.

Agregó que espera que el tribunal “corrija esto en la sentencia, porque pueden forzarse tanto como para que el juicio sea fulminado de nulidad”. Este proceso “no puede sostener ningún tipo de validez, por lo tanto, el valor pedagógico del juicio de Vialidad es muy grande, porque por vía negativa nos permitiría explicarles a los alumnos el problema del debido proceso”.

Erbetta afirmó que “ningún docente ni magistrado del poder judicial de la República Argentina puede callarse frente a este grotesco. Porque si hoy 9 de cada 10 ciudadanos no creen en la justicia, esta gente está contribuyendo a que prácticamente lleguemos a batir un récord de falta de credibilidad. Y yo, por otra parte, me veo obligado a decirlo, no sólo por mi compromiso docente, sino que, como miembro del poder judicial, lo tengo que decir, porque yo soy distinto. Yo no quiero que me identifiquen con esa gente, no somos todos iguales.”

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